Texto compartido por la Asociación Civil «Luchemos por la Vida».
Todos somos peatones y como tales hacemos una parte del sistema del tránsito interactuando con los demás usuarios de la vía pública de manera segura o riesgosa. Los peatones, los usuarios más vulnerables del sistema del tránsito, y que son todos los que caminamos por la vía pública, nos encontramos desprotegidos. Sin carrocería protectora, sufrimos graves lesiones en caso de atropello.
En un choque entre un vehículo, aún el más liviano, y un peatón, este último es el que, con mayor probabilidad, se llevará la peor parte. Sin embargo, todos somos peatones y al serlo desde pequeños, como parte de un proceso natural de nuestro andar y movernos en el mundo, se nos olvida que convivir con la motorización creciente en el sistema de tránsito representa un desafío, que no por cotidiano resulta inocuo.
La vulnerabilidad de los peatones en cifras
Anualmente se producen cerca de 1.350.000 muertes en el tránsito en todo el mundo. De ese total más de 290.000 son peatones. Esto constituye el 22% de todas las muertes en la vía pública. Los siniestros de tránsito constituyen la principal causa de muerte de jóvenes entre los 15 y los 29 años de edad. Los varones, tanto niños como adultos, representan el 70% de los muertos en las colisiones con los peatones.
En Argentina también , el 22 % de los muertos en el tránsito son peatones, porcentaje que se incrementa en las ciudades, como en Buenos Aires, donde superan el 30% de las víctimas mortales. Se estima que en 2022 cerca de 1400 peatones murieron en el tránsito.
Cómo cuidar la vida de los peatones
Al contrario de lo que sucede en los países exitosos en seguridad vial, donde la prioridad peatonal es absoluta, en nuestras ciudades, lo cotidiano y habitual es que, los conductores ignoren al peatón. En las esquinas o sendas peatonales, aún con semáforo a su favor, la mayoría de las veces, son los peatones quienes deben detenerse y dar la prioridad a los vehículos y dejar pasar a autos, colectivos, camiones, motos y bicis. Luchemos por la Vida midió, en la Ciudad de Buenos Aires, el otorgamiento de la prioridad peatonal, la cual, de acuerdo a los resultados obtenidos, es ignorada por la mayoría de los conductores. El 88 % de los conductores no otorga la prioridad al peatón.
Esta situación explica el alto porcentaje de víctimas peatones y también el comportamiento riesgoso de estos últimos, que no encuentran incentivos para cruzar por las esquinas.
Resulta importante:
– Reducir las velocidades en zonas de alta circulación de peatones
– Adaptar la infraestructura para los peatones
– Aumentar la conciencia social y la educación para la convivencia en el tránsito de peatones y conductores
– Que se controle y sancione a los transgresores, para que los conductores otorguen siempre la prioridad a los peatones, y evitar tantas muertes evitables.