En estos días tendremos mucho para pensar antes de emitir el voto. No nos olvidemos que es la herramienta más eficaz que poseemos como ciudadanos libres que vivimos en democracia.
Pensemos que: el traidor lo es siempre; el ladrón lo es siempre; el mentiroso lo es siempre… nadie cambia su esencia por ocupar un cargo. Nada lo exime de esa condición.
Este 22 de octubre no nos olvidemos de los que hacen uso indiscriminado de los bienes del Estado y, aún más, los roban, los dilapidan…
Tengamos memoria y valor de comenzar a aplicar la condena social para que, aquellos que roban, mienten, traicionan, sientan vergüenza de pertenecer a una sociedad donde, la mayoría de sus ciudadanos son honestos, gente de bien y trabajo. Que nunca más vuelvan a ocupar cargos públicos porque han traicionado al pueblo y al Estado. Han otorgado dadivas a cambio del voto con el dinero de nuestros impuestos. Nadie regala nada.
Pensemos muy bien nuestro voto, no lo dilapidemos, no lo regalemos a cambio de nada, no confiemos en falsas promesas…
Nuestra sociedad requiere y merece cambios profundos para bien de todos. Sobre todo, para las generaciones venideras. Que no se encuentren sin horizonte y en medio del caos. ¡EMPECEMOS YA!
No permitamos que nos subestimen haciéndonos callar con amenazas, presiones, persecuciones o temor a perder nuestro trabajo.
No tengamos miedo de los violentos que, a través de estos instrumentos, como método de vida, pretenden perpetuarse en el poder y son los mismos que alguna vez criticaron a los delincuentes y hoy, forman parte de ese selecto grupo.
Pensemos el voto para que nada ni nadie nos siga quitando la dignidad.
DEJEMOS HUELLAS.
Noeli Kloster.