Pasaron las elecciones y a muchos les sorprendió el resultado, como siempre, se escuchan frases, desde: «No aprendemos más!!!» hasta «Hay que irse del país!!» y siguen las opiniones mayoritarias y comunes posteriores a las recientes elecciones que nos llevan a un ballotage.
Tal vez propias de la desilusión. del desencanto o de la desesperanza, lo cierto es que en estas elecciones funcionó un silogismo casi perfecto. Antes de la elección el panorama que presentaban los tres candidatos más votados, era el siguiente: un origen común, los tres habían abrevado en el peronismo en sus distintas variables, pero peronismo al fin, los tres con una clara tendencia hacia la derecha en materia ideológica y uno de ellos hacia la ultra derecha, en los tres casos hubo una clara actitud verticalista y en materia económica el ajuste como medida central, con ciertos matices para no llegar al estallido, con propuestas productivas poco serias, que en realidad no los diferenciaban mucho.
Aceptemos entonces ésta realidad, la fuerte tradición presidencialista, bien cercana al personalismo, instala candidatos con marketing vendedor, pero carente de programas e ideas, por lo que todos los medios, también sumergidos en la venta de sus productos, ciertamente han colaborado para su instalación, más allá de los intereses en juego. Por supuesto que este dato requiere un análisis mucho más profundo, que sería muy largo para hacerlo ahora, pero que siempre se tiene en cuenta.
Así el panorama, los dos candidatos más votados y que llegaron al ballotage, el ganador, ministro de un gobierno salpicado por la corrupción, con un proceso hiper inflacionario cuya consecuencia es el aumento sistemático de la pobreza; y el otro lisa y llanamente un fascista antiguo, disfrazado de moderno, proclive a los estilos menemistas, neoliberales, misóginos y autoritarios, cuyas propuestas fueron bien vendidas sobre todo por las redes y tomadas por aquellos jóvenes que ignoran la historia argentina, habilitados para entrar en la vida cívica con su voto, que, por supuesto, está sostenido por las lamentables redes sociales mediante trolls rentados.
La candidata de Juntos por el Cambio, producto de una interna amañada, mantuvo un discurso errático a veces inentendible y demasiado confrontativo que opacaban las propuestas o las hacían inexistentes. En un marco inestable política y socialmente, con un crecimiento de gente bajo la línea de pobreza – casi 50% – responsabilidad del Gobierno de Alberto Fernandez y su ministro Massa, quien a partir de su designación y en medio de una crisis económica descomunal, utilizó la estrategia de crear quimeras, dos bonos de treinta mil pesos, otro de cuarenta mil, devolución del IVA en las compras con tarjeta de débito, para la Provincia de Buenos Aires del 25% y hasta el 40% de devolución con la cuenta DNI en productos de primera necesidad, hizo que todos aquellos compatriotas, que no llegaban a ganar trescientos mil pesos por mes, cifra que indica estar bajo la línea de pobreza, lo superen y que en medio de una creciente inflación arañaran para llegar a fin de mes.
No sorprende entonces, que se haya elegido comer, e incluso conservar el escaso trabajo conseguido y votar en esa dirección, absolutamente contraria a los recientes incidentes mostrados por la corrupción (Insaurralde, Chocolate gate, etc.)
Esta geografía del Conurbano, el agujero negro de la pobreza de la Provincia de Buenos Aires, demuestra lo que puede parecer irracional para transformarlo en racional, la preocupación por la subsistencia sin importar el voto a quien o el por qué. Elegir entre el menos malo, en una situación de crisis, no constituye solución alguna, El Radicalismo siempre bregó desde sus orígenes por la Unidad Nacional, la búsqueda a través de la política, los consensos en la construcción de denominadores comunes para un proyecto que incluya educación y salud públicas, igualdad de oportunidades, movilidad social ascendente, es por eso que nunca podría votar a Milei. El ganador de las elecciones en dirección al ballotage en su discurso hizo un llamado a una imaginada unidad nacional urgido por los votos, pero del dicho al hecho hay mucho trecho.
El candidato fascista, también manifestó a quiénes convocaría en su búsqueda de votos, teñida de oportunismo, muy lejos de cualquier garantía democrática, ya que no lo es. Queda entonces un mes de reflexión y análisis y de toma de posición. En ese compromiso estará la UCR y quienes la integramos asumiremos serenamente esa responsabilidad de bregar por la paz, educación y salud pública de excelencia y movilidad social ascendente.
FABIO ABRAHAM
Ex Secretario de gobierno
Concejal UCR (MC)
Lomas de Zamora
fabioabraham@hotmail.com.ar