Pasado el período electoral, con la re-reelección del actual Intendente Municipal, quiero expresar mi sentir, como ciudadano militante de la Unión Cívica Radical, partido político, institución consagrada en la Constitución Nacional.
Fui parte del equipo de trabajo de la candidatura a Intendente de Federico Labarthe, equipo que le planteó a la ciudadanía propuestas claras y otra forma de hacer política, sin dadiva, sin mentira, con austeridad, respetando la voluntad popular y sin faltarle el respeto a quienes creen en un partido político y defienden una ideología, que a pesar de los resultados electorales son los que gastan las suelas en las calles, los que levantan las persianas de los Comité o de las Unidades Básicas, los que se la juegan por sueños colectivos, los que nunca fueron candidatos a nada pero siguen ahí, firmes, convencidos y comprometidos.
Lo invito Sr. Intendente Municipal a que reflexione, sin enojarse. Usted le faltó el respeto y le falta el respeto continuamente, con su accionar político, a aquellos que defendemos la pertenencia a un partido político, usted le faltó el respeto a muchos correligionarios y correligionarias, que desinteresadamente dejaron horas de su vida para que su persona se vea consagrada con el máximo cargo al que aspira cualquier militante político, el de Intendente Municipal de su pueblo. Usted le faltó el respeto a muchos compañeros y compañeras justicialistas, insultándolos públicamente y hoy utilizando su estructura para mantener el poder, cuando digo compañeros justicialistas, me refiero a lo que anteriormente mencionaba, aquellos que levantan las persianas de la Unidad Básica y golpean la puerta de los vecinos en cada elección. Usted contribuye a una cultura política que relativiza la mentira, el robo, el apriete, la violencia, la ignorancia con respecto al correcto funcionamiento de las instituciones de la democracia, entre ellas los partidos políticos. Usted debería reflexionar, pero no para darle la razón a este “hornero” que trabaja con el pico, como nos llama ofensivamente a quienes no seguimos su línea, un poco curva y difusa, de pensamiento… reflexione para crecer y hacer un aporte a la convivencia democrática, reflexione para poder reconocer que usted no es dueño de la verdad y que los partidos políticos se respetan, no se usan y luego se descartan, porque dentro de esas instituciones hay sueños, ilusiones, hay vida.
Leandro Alem supo decir, en el histórico acto del Frontón, año 1890… “Los grandes pueblos, Inglaterra, los Estados Unidos, Francia, son grandes por estas luchas activas, por este roce de opiniones, por este disentimiento perpetuo, que es la ley de la democracia. Son esas luchas, esas nobles rivalidades de los partidos, las que engendran las buenas instituciones, las depuran en la discusión, las mejoran con reformas saludables y las vigorizan con entusiasmos generosos que nacen al calor de las fuerzas viriles de un pueblo”.
No quiero dejar pasar la oportunidad para felicitarlo por el triunfo del domingo, y para decirle que donde haya una injusticia, donde haya corrupción y desmanejo de los bienes de los contribuyentes del Distrito, me encontrará, junto a muchos más, alzando la voz y actuando en consecuencia, más allá de las críticas injustas recibidas por parte de los que justifican el accionar inescrupuloso de muchos dirigentes políticos.
José Manuel Castro