Uno de los primeros visionarios de la comarca como foco turístico recordó su desembarco en los 90 en Villa Ventana con su complejo «Ñuke Mapu» y al mismo tiempo, cómo ve el distrito hoy. “Se tiene que pensar en forestar y reforestar” aseguró.
Hace 30 años apostó a un emprendimiento que fue pionero en el boom turístico de la comarca. Hoy, Jorge Díaz Cantera recuerda su historia, cómo se forjaron esos primeros emprendimientos y lo que ocurre hoy en día.
Cabañas de cedro en un amplio espacio y el paisaje serrano de Villa Ventana.
Al respecto reconoció que “trabajaba profesionalmente con el Mercosur y era consultor de empresas. Así se forjó el gran hotel del mirador del Abra. Lo llevé a Brasil a Jorge para que vea lo que se podía hacer y luego hice un complejo de cinco casas con Alberto ahí en Sierra”.
Y de la mano con eso admitió que “trajimos una madera especial. Tiene una fortaleza del primer día. Están impecables. No es una madera común. Es una especie de cedro. Esas cabañas las compramos en Brasil y las importamos desde allá. Era otra época. Año 1995, donde los terrenos salían 600, 1000 dólares. Hubo proyectos que no continuaron lamentablemente”.
Sobre ese primer paso admitió que “lo hicimos pensando también en el turismo. Que la gente pueda venir a pasear, a divertirse. Con el criterio de la aventura, ya que eso es el principio del turismo”.
Sobre como cambiaron los tiempos reconoció que “en aquella época no había agua, no había luz, la luz que había era escasa y no había gas, y había poca leña. Apuntamos a ese mercado y realmente hicimos una construcción que nos costó muy poco en tiempos relativos. A los tres o cuatro años vimos una ola de inversiones que fue muy amplia”.
Aunque saltando a la actualidad subrayó que “de todas formas hay que tener en cuidado, ya que ahora hay demasiada oferta, la situación económica del país no es buena… hay que tener cuidado. Se tiene que pensar en forestar, en cambiar árboles viejos, en prestar mejores servicios. Hay que pensar a futuro”.