En una nueva entrega de Tiempo Educativo, Ricardo brindó testimonio sobre este grupo de autoayuda que año tras año le cambia la vida a cientos de personas que sufren el flagelo de la droga.
Esta semana el micro de Tiempo Educativo giró en torno a una propuesta nacional y sin fines de lucro que busca sacar a las personas del flagelo de las drogas; Narcóticos Anónimos.
Al respecto fue Ricardo quien brindó testimonio al respecto, reconociendo que “el programa es libre, gratuito y confidencial, que es para cualquier persona que crea que tiene un problema con las drogas. Cualquiera puede participar. Puede acercarse a un grupo, comunicarse con ellos, hay grupos virtuales lo cual es una herramienta maravillosa”.
Según subrayó “nos mantenemos con nuestros propios recursos. Si la persona económicamente no puede contribuir no pasa nada. No es requisito poner plata o pagar cuota. Una vez que me considero miembro, cada uno aporta lo que quiere o puede. No aceptamos contribuciones externas para que no nos impongan ningún tipo de regla”.
Al mismo tiempo admitió que “tenemos un programa con el cual nos manejamos y así evitamos problemas. Por lo general funcionamos en lugares donde se paga poco alquiler; iglesias o donde nos dan un salón. Tenemos libros, literatura y un montón de gastos que lo solventamos entre nosotros”.
Recordando sus comienzos en el grupo, comentó que “cuando llegué a Narcóticos Anónimos ahí me dijeron que esto era una enfermedad que no tiene cura, crónica, progresiva y mortal. Que se puede detener, pero si no la detengo los finales pueden ser cárceles, hospitales o la muerte”.
Por último y en tono agradecido explicó que “gracias a Dios conocí este programa. Me mantengo limpio hace más de siete años y mi vida cambió por completo, del desastre que era a la vida que tengo hoy. Sigo trabajando conmigo. Lo principal es dejar de consumir. La droga es el síntoma más evidente, pero hay un montón de cuestiones que voy cambiando. Es un trabajo grande, profundo y por eso sigo asistiendo. Esto es para toda la vida”.