La guardaparques Patricia González, integrante de la ONG Silice, explicó los motivos que llevaron a hacer pública la carta enviada a SeNaSa para que tome cartas en el asunto sobre la población de caballos que habita el Parque Provincial Ernesto Tornquist.
Continúan los ecos de la carta enviada a SeNaSa por parte de la ONG Silice, la cual advierte sobre el peligro de un brote epidemiológico en el Parque Provincial, principalmente por la falta de control que hay sobre los 600 caballos que allí habitan.
Al respecto contó que “se está divulgando la presencia de un virus que aparece en los equinos. SeNaSa pide que se extremen las medidas sanitarias, entonces inevitablemente no pudimos dejar de pensar que en el Parque Provincial hay unos 600 caballos, que impactan en el ecosistema”.
Acto seguido aclaró que “nosotros no decimos que los caballos no pueden estar en este mundo, decimos que no pueden estar en el Parque Provincial. Tienen que estar en otro lado”.
Según recordó “en el 2008 se sacaron 200 caballos cimarrones, se llevaron a Pigüé y por un año ese campo quedó inhabilitado de la cantidad de parasitosis que tenía. Probablemente eso se esté dando ahora, incluso esos tenían quebraduras mal curadas. Estos caballos no la pasan bien. Tienen una situación de salud complicada”.
Haciendo un crudo resumen, subrayó que “quieren hacer nuevos estudios, cosa que ya están hechos. Para algunos es más importante obtener tesinas y doctorados que resolver problemas. Y lo que no se resuelve se potencia”.
Según la perspectiva que manejan “esto podría afectar a la gente y a la biodiversidad. No es que están aislados. Eso lo denunciamos ante SeNaSa para que actúen. Haya o no haya virus, tienen que tener un control sanitario”.
Por último acotó que “la justicia ambiental es justicia social también. Esto es proteger a los turistas y a quienes trabajan en el parque. No puede haber 600 caballos sin control”.