El gremio La Bancaria, el titular de la CTA, Hugo Yasky y el dirigentes social Juan Grabois cuestionaron en duros términos el cauce de la política económica en detrimento de asalariados, jubilados, pensionados y beneficiarios de programas sociales.
Tras las medidas anunciadas ayer por la tarde por el ministro de Economía, Luis Caputo, las organizaciones sociales y los gremios cuestionaron en duros términos el impacto de la nueva política económica en el poder adquisitivo de asalariados, jubilados, pensionados y beneficiarios de programas sociales. El Gobierno de Javier Milei devaluó el peso más del 100 %, no controlará los aumentos abusivos de los precios de productos básicos de consumo masivo y desde el 1º de enero se incrementarán las tarifas de transporte y servicios públicos.
En este marco, el dirigente social Juan Grabois sostuvo en la red social Xque las medidas son un «asesinato social» que implicará que los sueldos «van a alcanzar para la mitad en el supermercado». «Que quede claro, al que era clase media media lo acaban de tirar a la pobreza con un click y de mala leche, creando la ilusión de que no había otro camino posible», objetó el ex precandidato a presidente de Unión por la Patria.
Por su parte, en un comunicado titulado «Salvajes», el sindicato La Bancaria sostuvo que los anuncios «son de una violencia inusitada para la clase trabajadora en general. Coincidimos que se trata lisa y llanamente de una confiscación masiva de la propiedad privada y de los derechos patrimoniales de millones de Argentinos». También criticó en duros términos la posible restitución del impuesto por parte del Gobierno de Milei, una quita que había sido aprobada por el libertario cuando era diputado hace poco más de un mes. También apuntaron contra la eliminación de la fórmula de movilidad a los jubilados y la quita de subsidios al transporte.
— Sergio Omar Palazzo (@SergioOPalazzo) December 13, 2023
Por el lado de la CTA de los Trabajadores, su secretario nacional, Hugo Yasky, dijo vía la red social X que se trata de «un plan brutalmente recesivo y regresivo que abre la puerta a la hiperinflación y al desempleo». «Los anuncios de Caputo prosiguió muestran la decisión brutal de hacerle pagar a los sectores populares el precio del ajuste que reclama el FMI y los poderosos operadores económicos locales».
El ajuste de Caputo generó también que la CGT se reúna esta tarde de urgencia para analizar la situación económica y social. El encuentro, según anticiparon voceros gremiales, se desarrollará en la sede de la UOCRA, conducida por Gerardo Martínez, cerca de las 14 hs. Además de Martínez, dirán presente la cúpula de la CGT -Héctor Daer (Sanidad), Pablo Moyano (Camioneros) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio)-, entre otros referentes gremiales, como Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).
Tras la confirmación del cese de la obra pública, que afectará las fuentes de empleo del sector, Martínez afirmó que «esto es un tsunami total en lo social y algo parecido en los aspectos financieros y económicos para el país». Mientras que aseguró que sumará asesores económicos para «evaluar la letra chica de los anuncios de Caputo», porque «todo nos parece impreciso, aunque muy preocupante».
La opinión de economistas
Especialistas en economía advirtieron por la recesión, la mayor pobreza y la caída productiva de la política económica. Y señalaron también qué sectores se ven favorecidos.
«Si el objetivo de Luis Caputo es bajar la inflación, no basta con un ancla fiscal y monetaria. Hace falta frenar la inflación inercial, un equilibrio sostenible del sector externo y evitar un espiral de precios. No es sostenible congelar salarios dada la magnitud de los aumentos», indicó Alejandro Vanoli, ex titular del BCRA y director de la consultora Synthesis.
En tanto, el economista Mariano Kestelboim remarcó que «esto es peor que la dictadura». «Se viene un derrumbe productivo terrorífico, especialmente para los trabajadores industriales y del comercio, de pymes. Los grandes ganadores son los agroexportadores, los bancos y los grandes medios, sin ningún contrapeso para los asalariados».
Incluso economistas ortodoxos advirtieron por las consecuencias del paquete de ajuste. En esa línea, Carlos Melconian dijo que «canjearon la motosierra por la licuadora». Y se explayó: «Es un ajuste ortodoxo clásico. Más allá de que busca el equilibrio fiscal, primero primario y luego financiero, se ha canjeado la motosierra por la licuadora. La pregunta central de lo anunciado hasta acá es hasta dónde llega la inflación, hasta dónde la recesión». En declaraciones radiales también planteó que las medidas «se armaron sobre la marcha».
Fuente : Contexto