Los investigadores del museo Manuel de Torres de la localidad de San Pedro descubrieron fósiles de patas, manos y parte de las vértebras de la cola de un mamífero de unos 200 kilos que murió en un pantano a finales de la edad Ensenadense.
Especialistas del museo Paleontológico de la localidad bonaerense de San Pedro encontraron restos fósiles de un animal de unos 200 kilos que conserva partes de su anatomía con la misma disposición que cuando caminaba por la llanura pampeana hace al menos 500.000 años, se informó oficialmente.
Los investigadores del museo Manuel de Torres de la localidad de San Pedro, ubicado a 180 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, descubrieron fósiles de patas, manos y parte de las vértebras de la cola de un mamífero de unos 200 kilogramos que murió en un pantano a finales de la edad Ensenadense, en las afueras de San Pedro.
El hallazgo se realizó en una capa de suelo que hoy está ubicada a unos nueve metros debajo del nivel de piso actual.
Especialistas del museo Paleontológico de San Pedro encontraron restos fósiles de un animal de unos 200 kilos que conserva partes de su anatomía con la misma disposición que cuando caminaba por la llanura pampeana hace al menos 500.000 añoshttps://t.co/XlO78TuqLr pic.twitter.com/EP8Kdl0nsQ
— Agencia Télam (@AgenciaTelam) January 16, 2024
«Este material fósil apareció durante una exploración de rutina en un sector de barrancas que rodean a la ciudad, en una capa sedimentaria muy consolidada, cuya antigüedad supera los 500.000 años. Allí, logramos observar varias piezas pertenecientes a un animal cuyo nombre científico es Neosclerocalyptus ornatus. Un armadillo prehistórico con un cuerpo acorazado cercano a los dos metros de longitud», explicó el titular del museo sampedrino, José Luis Aguilar.
Aguilar comentó que es poco frecuente «encontrar partes complejas como pueden ser las manos y pies, con varios pequeños huesitos que forman parte de esas estructuras, en un estado impecable después de cientos de miles de años».
Y aclaró que las extremidades recuperadas «están intactas, como si hubiera muerto hace pocos días».
Desde el equipo de investigadores explicaron que cuando los animales mueren, los esqueletos atraviesan por diferentes factores que los desintegran, dispersan o erosionan. Este ejemplar, sin embargo, «al haber muerto empantanado en un antiguo humedal, se conservó como en un estado de ´suspensión temporal´», aclararon.
«Estos son los fósiles más buscados por los paleontólogos debido a que brindan amplia información de la anatomía, movilidad, peso y demás datos, vinculados a la especie que esté siendo hallada. No es lo mismo encontrar un hueso aislado de una mano o un pie y realizar un análisis de sus características, que encontrar toda la estructura de uno de los miembros del animal y evaluarlo y analizarlo en todo su conjunto, donde estás viendo el lugar y la función que ocupa y que cumple cada una de las partes individuales en la estructura general», explicaron en un comunicado.
El hallazgo incluyó, además, las dos ramas mandibulares, articuladas, un húmero completo, fragmentos de la coraza y una sucesión de varias vértebras completas de la cola del mamífero fósil.
Los investigadores Julio Simonini y Santiago Ferreyra, integrantes del equipo del Museo Paleontológico de San Pedro, participaron del arduo trabajo de extracción de las piezas de la roca.