La oficina de Violencia por Razones de Género de Tornquist Municipio, comparte el informe detallado de las estadísticas de las situaciones abordadas en el distrito en lo que va del 2024 y su respectivo análisis.
Además de registrarse 9 nuevas situaciones de ingreso que nunca habían tomado contacto con la oficina, el equipo continuó abordando otros casos a modo de seguimiento. De todas las situaciones intervenidas en enero del 2024, el 40 % ya estaban siendo acompañadas por el equipo y el 60 % corresponden a nuevos ingresos.
De estas situaciones abordadas en enero, el 81.3 % cuenta con denuncias radicadas en la Comisaría de la Mujer y Familia y el 18.8 % pudo exponer su situación en la oficina, buscando acompañamiento, sin exponer lo formalmente como una denuncia en comisarías.
En relación al origen de los casos ingresados, el mayor porcentaje proviene de la localidad de Tornquist, registrándose también situaciones dadas en Saldungaray, en segundo lugar, y un último porcentaje en Sierra de la Ventana y Villa Ventana.
A continuación, se detalla un análisis de los tipos de violencia registrados entre las concurrentes a la oficina:
De las mujeres que expusieron las situaciones de violencia sufrida, todas manifestaron haber recibido violencia psicológica. Esto da cuenta de que cualquier situación de violencia siempre va a acompañada de manipulación, humillación, desvalorización, etc., que generan en la persona afectada un deterioro de su autoestima y, a veces, impide o dificulta la toma de decisiones y la acción para poder romper el vínculo con quien la agrede.
El 68.75 % sufrió un menoscabo en su economía y/o patrimonio a raíz de la situación de violencia, ya sea por la dependencia económica o, en su defecto, por ser la única persona adulta responsable económicamente del hogar, situación aprovechada por el agresor.
El 68.75 % también sufrió desvalorización y descalificación dentro del ámbito familiar por el simple hecho de ser mujeres, llamándose esto Violencia Simbólica. Dentro de estas prácticas se destaca el control excesivo de las conductas de la mujer, como si fueran un objeto del hombre. También se considera violencia de tipo simbólica la sobrecarga en el cuidado de los menores de la familia y en las tareas domésticas, por ejemplo (por el hecho de pensar que son actividades que deben realizar únicamente las mujeres).
El 62.5 % de las personas abordadas mencionaron haber sufrido violación de sus domicilios o simplemente se les ha prohibido la entrada o permanencia en algunos espacios específicos de sus propios hogares. Esto se denomina violencia espacial.
La mitad de las concurrentes de la oficina refirió haber sufrido algún hecho donde se propiciaron golpes a objetos o paredes o existió la destrucción de objetos de la víctima. Esto se denomina violencia ambiental, donde las actitudes agresivas no son hacia la mujer de manera directa, sino que se violenta el ambiente a fin de generar temor y sometimiento en la víctima.
El 43.75 % mencionó haber recibido golpes, empujones o cualquier otro tipo de agresión física.
El 25 % refirió haber sufrido abuso sexual dentro de la pareja. Es decir, relaciones sexuales no consensuadas, contacto físico sin consentimiento u obligación a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, alimentos, etc.
Si bien se pueden distinguir diferentes tipos de violencia, no son hechos que ocurren de manera aislada, sino que, generalmente, estos tipos de violencia aparecen yuxtapuestos, ocurriendo de manera simultánea en un mismo caso.
El objetivo de socializar el informe estadístico de los casos abordados es darle visibilidad a las situaciones que ocurren dentro del distrito y hacer un análisis sobre las mismas para pensar nuevas estrategias de intervención y prevención. Además, transmitir a la comunidad la importancia de ver los roles sociales con una perspectiva de género, es decir, poder vislumbrar las desigualdades que entre los géneros existen y pensar políticas que acorten esta brecha para así conducir a una sociedad más amable para todas/os.