El pronóstico no pintaba bueno al domingo 7 de mayo, hubo chaparrones por la madrugada y una mañana amenazante de lluvia, sin embargo la fiesta se realizó.
El predio del Centro Tradicionalista «Cielo, Sierra y Tradición» lució con sus mejores galas, colorido, ordenado y limpio, sumado al marco de belleza que lo rodea, con los cerros del Pillahuincó, el Sauce Grande murmurante y limpio y un otoño que pintó con sus colores un cuadro de belleza sin igual.
La corajearon los organizadores, le pusieron esfuerzo y esperanza y tuvieron su premio, el que competieron con los jinetes, sus familias y mucho público que se acercó para disfrutar de esta inolvidable tarde.
Mas de 60 jinetes y centenares de personas vivieron una hermosa tarde, con un espectáculo que no solo estaba en la cancha, sino en cada rincón del predio; admiración causaban los caballos que lucían impecables, los jinetes por su entrega al juego y los organizadores que desde temprano asaron corderos, lechones y costillares para el deleite de todos.
Sierra de la Ventana tuvo sus destrezas, bien organizado y todos felices.
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