Inteligencia artificial, ciberseguridad, ciencia de datos, bioinformática y legislación y regulación son las temáticas claves prioritarias de investigación y desarrollo en el sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en la Argentina en los próximos diez años, según un estudio realizado por la Fundación Sadosky luego de consultar a más de 120 referentes en la materia.
El «Informe de prospectiva de investigación y desarrollo (I+D) en el sector TIC 2023» reunió a profesionales del sector público, privado y el académico para consensuar sobre las temáticas de estudio a desarrollarse en los próximos cinco a diez años en el sector de las tecnologías.
Su objetivo es «servir como guía para el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SNCyT) en la orientación de sus líneas de investigación y financiamiento hacia temáticas de consenso prioritario», precisó el informe.
«Los resultados no nos sorprenden porque hay una fuerte prevalencia de temáticas de tecnologías TIC que son consideradas de importancia a nivel global, y en particular en Argentina, que son las que se mencionan como inteligencia artificial, ciencia de datos, ciberseguridad, entre otras», expresó a Télam Ricardo Medel, director de Vinculación Tecnológica de la Fundación Sadosky.
El último informe que se había realizado sobre esta temática, según contó el especialista, fue en el 2009 con el «Libro Blanco de perspectiva TIC» en donde «se separaron comisiones para analizar cada tema» lo cual difiere de este último ya que «en este informe utilizamos el consenso entre especialistas de todos los sectores para armar temas prioritarios».
«Lo que puede sorprender un poco son las aplicaciones a las que se llegó por consenso que serían las más importantes, como las agro, agrotech, la transición energética y la transformación digital del sector productivo», añadió.
En ese sentido, indicó que las aplicaciones para estas tecnologías «son muchísimas» y, sin embargo, los especialistas «apuntaron hacia un tema más productivo, industrial y de generación de productos y servicios».
La inteligencia artificial (IA) ha sabido demostrar su multiplicidad de aplicaciones, y la tendencia indica que el procesamiento de lenguaje natural y aprendizaje automático están adaptándose en muchos aspectos de la vida cotidiana, tanto productiva como social.
Para el especialista, si bien estos dos aspectos están en su cúspide en los últimos años, es necesario «llegar a un consenso de cuáles serían las tecnologías que van a ser más relevantes en el futuro y qué es lo que se viene».
«Tenemos que buscar cuáles son las próximas tecnologías que van a hacer impacto para poder estar preparados como país en cuanto a la tecnología que tenemos, a la formación de especialistas para desarrollar esa tecnología y, sobre todo, en su legislación», añadió.
Una de las temáticas que los especialistas consideraron prioritaria es la de «Legislación y regulación» y, según el informe, «se debe analizar el impacto social de la inteligencia artificial a fin de establecer regulaciones en su aplicación» ya que tiene como contrapartida «el surgimiento de problemas nuevos», tanto como efecto de su uso como por las vulnerabilidades nuevas que introduce.
«La tecnología tiene usos positivos y negativos por lo que hay que regularla y saber qué efectos tiene. Lo que sucede es que la tecnología avanza mucho más rápido que cualquier legislación, entonces es muy difícil estar regulando el uso correcto o las implicancias de cada desarrollo», agregó Medel.
Sobre la discusión respecto a la regulación, los especialistas destacaron a la protección de datos personales, el marco regulatorio de ciberseguridad, y la soberanía tecnológica, entre otros, como ejes centrales.
Para Medel, uno de los aspectos más interesantes para investigar a futuro es la IA neurosimbólica, que es una combinación entre las dos líneas de investigación que se realizan actualmente.
Por un lado, se encuentra la IA artificial simbólica, que utiliza la lógica matemática para llegar a conclusiones, y la que hasta hace unos años era la que más se trabajaba; y la IA con aprendizaje de máquina, la más reciente.
«Utilizando ambas podríamos crear una inteligencia artificial más poderosa que no sólo reconoce, por ejemplo una imagen o una cara, sino que entiende lo que está reconociendo», agregó con entusiasmo.
Al estar en etapas básicas de investigación, este tipo de tecnología es una «apuesta al futuro para que se logre esa combinación en forma práctica y que se pueda llevar al sistema productivo y a los usos sociales que utilizamos».
La IA posee muchas aplicaciones que «nos sorprenden a todos porque no se creía que se podía llegar tan pronto a eso. Hace un par de años el ChatGPT explotó todo esto. Y es sólo una parte de la inteligencia artificial».
Procesamiento del lenguaje natural, aprendizaje automático, reconocimiento de imágenes, ingeniería para software, sistemas para la toma de decisiones, aplicaciones a la medicina traslacional y la optimización de procesos productivos son algunos de los ejes temáticos que se sugieren para la investigación y desarrollo de la IA en los próximos diez años.
«La formación terciaria y universitaria en TIC en Argentina es muy amplia y buena. Se forma gente con mucha capacidad. Las nuevas realidades requieren una formación rápida y constante, y precisamos avanzar en las temáticas específicas de cada una de estas tecnologías para concentrarnos en desarrollos futuros», finalizó.