Además, en la madrugada de este lunes, según pudo saber LA NACION, los empleados comenzaron a recibir en sus casillas de mail un correo electrónico en los que se los dispensa de prestar su trabajo durante siete días que comenzaron a correr desde el domingo. La nota institucional está firmada por el interventor Diego Chaher.
Este mediodía se realizará un abrazo simbólico en defensa de la agencia de noticias, cuyo cierre fue anunciado el viernes por el presidente Javier Milei durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias ante la Asamblea Legislativa. El mandatario argumentó que Télam “fue utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”.
Como parte de la decisión del Gobierno nacional, el sitio web de Télam está caído. “Página en reconstrucción”, reza la leyenda. En la agencia trabajan alrededor de 700 personas, entre periodistas, fotógrafos y administrativos. Esta medida de vallar las oficinas tomó de sorpresa a algunos de los empleados, porque si bien el Presidente había hecho pública su intención de cerrar el organismo desde el viernes no hubo otra información al respecto, contó un cronista a LA NACION.
La acción policial que tuvo lugar a última hora de este domingo fue presenciada por los trabajadores de la agencia que aún cumplían tareas en el horario de cierre de la edición en Bolívar 531. La situación fue denunciada minutos después por la Comisión Gremial Interna y el Sipreba. Algo similar ocurrió en el acceso a otras oficinas que tiene Télam sobre la avenida Bolívar al 300.
Tras el anuncio presidencial, referentes de la cultura, de derechos humanos y del ámbito político, sindical, periodístico y de diversos organismos de la sociedad civil manifestaron su rechazo al cierre de la agencia, se solidarizaron con sus trabajadores y resaltaron “su trayectoria y profesionalismo” desde su fundación en 1945.
Horas después del anuncio de Milei, el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) rechazó las declaraciones del mandatario contra la agencia de noticias pública Télam. Desde la comunidad que agrupa a docentes de las carreras de Periodismo y comunicación de la Argentina aseguraron que los dichos del líder del espacio político La Libertad Avanza (LLA) “solo exacerban la hostilidad y la intolerancia contra el periodismo”.
“En un contexto de creciente desinformación, los medios públicos pueden y deben cumplir un rol determinante en la construcción de audiencias más críticas y mejor formadas, con inclusión y equilibrio de voces”, consideraron.
“Finalmente, ante una nueva escalada del nivel de agresiones hacia los periodistas por parte de la más alta autoridad del país, vale la pena reiterar que la estigmatización de los trabajadores de prensa siempre es peligrosa”, denunciaron. Y, por último, señalaron: “Que un Presidente se refiera de manera despectiva hacia la prensa implica un retroceso en la construcción democrática y afecta la libertad de expresión provocando intimidación y autocensura”.
LA NACION