4 de abril 2007 – 2017
Al cumplirse 10 años de la desaparición física del docente CARLOS FUENTEALBA, producto de la agresión personal que recibiera en la ciudad de Neuquén, defendiendo los derechos de los trabajadores de la educación y que terminó con su vida, en manos de uniformados policiales locales cumpliendo las órdenes del entonces gobernador de la Provincia de Neuquén, Jorge Sobisch.
Cabe recordar que durante la década del 90, el menemismo llevó a los trabajadores a sufrir el mayor avance de la precarización laboral. El mencionado gobernador, a través de transferencias de recursos al sector privado, desmanteló la educación pública provincial. Los docentes neuquinos reclamaron durante varios años por medio de un sin fin de medidas institucionales por la recomposición salarial, el pase a planta permanente de todos los contratados y el pase al básico de los aportes no remunerativos. Sin embargo, no obtuvieron respuesta.
Aprovechando la dispersión de los docentes que estaban retirándose del lugar, las camionetas policiales se adelantaron y reanudaron el uso de la fuerza sobre los docentes. El cabo Darío Poblete dispara a dos metros de distancia una granada de gas lacrimógeno que atraviesa el vidrie e impacta en la nuca del docente Carlos Fuentealba hiriéndolo de muerte. Al día siguiente, al cabo de dos operaciones, a la edad de 40 años, murió Carlos Fuentealba dejando a su esposa y dos hijas de 10 y 14 años.
Desde entonces CTA, CTRA, ATEN y SUTEBA han acompañado a Sandra Rodríguez de Fuentealba en el reclamo por el juicio y castigo de los responsables. Gracias a la lucha docente, en el año 2008, la Cámara Criminal I de Neuquén condenó a prisión perpetua con la inhabilitación absoluta y perpetua del policía Darío Poblete, sin embargo, desde los organismos sindicales y organizaciones de DDHH, se sigue exigiendo que se castigue a los responsables intelectuales y políticos, con el ex-gobernador de la Provincia Jorge Sobisch a la cabeza.
QUE SU MUERTE NO HAYA SIDO EN VANO. NO CLAUDIQUEMOS EN LA LUCHA POR NUESTROS DERECHOS