La situación ambiental es cada vez más caótica. Pero el discurso del colapso ofrece cierto rechazo y tiene poca prensa. Es lo que nadie quiere escuchar.
Y mucho menos se habla del colapso ambiental cuando está acá, frente a nuestros ojos. Preferimos escuchar lo que pasa en Valencia, inundaciones cuyas consecuencias según los informes del FNCA (Fundación Nueva Cultura del agua) explican que el aumento de la temperatura media del aire y los mares provocaron ese fenómeno climático.
Sin embargo, aquí en Bahía Blanca, ya olvidamos la fuerte tormenta que pasamos en diciembre y que implicó disponer de recursos para recuperarnos de esa tragedia, que incluso se llevó vidas humanas.
Relacionarlo con el impacto que provocan las actividades extractivistas del Polo Petroquímico, parece imposible, aunque certero. No por nada el actual intendente Susbielles, ex Presidente del Consorcio del Puerto, reclamó al Polo Petroquímico, que aporte fondos para la restauración de una Bahía Blanca destruida. ¿Acaso fue a modo de remediación?
Para los cuatro mil millones de dólares que, al menos en el 2021, estaban valuados los productos petroquímicos del Polo, con apenas unas minucias donadas, acallan las voces. Queda un resto, bastante importante, que es el costo ambiental que pagamos entre todos.
Mientras los empresarios, probablemente tengan a sus familias a resguardo, lejos de lo que ellos llaman, ZONA DE SACRIFICIO, conformada por todo el Partido de Bahía Blanca y región, hasta que el estuario no tenga más que darles y se vayan. Sino porque están instalados allí. Es que el estuario es su plusvalía, parte de la ganancia que le roban a la naturaleza.
Pero esto no es lo que se quiere contar. Por ello, los grupos públicos y privados, como los especialistas de las UNS, Grupo Grekko, Tellus ong, CONICET, Estación de Rescate de Fauna Marina del Consorcio del Puerto de Bahía Blanca, entre otros, se ocupan de concentrar sus esfuerzos en cuestionar lo que sucedió en Tornquist con una carrera de Enduro, que se realizó en una propiedad privada lindante a una Reserva Natural (Parque Provincial E. Tornquist).
Estamos de acuerdo con el reclamo. Sin embargo no se generó un mismo movimiento, un listado de doctores, biólogos, licenciados, ongs, ni rescatistas, haciendo tal fervoroso reclamo, de lo que sucede acá, en su zona de influencia directa, respecto al dragado, que está llevando a cabo el Consorcio del Puerto de Bahía Blanca, en varios kilómetros que limitan con la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía Verde (Ley provincial 12.101).
De acuerdo a lo que se lee en el pliego de licitación, que ya fue adjudicado, las tareas de dragado implican la profundización y el ensanchamiento en algunos sectores, como en el Canal del Toro, a la altura de Isla Bermejo, que es una de las islas que integran la Reserva Natural.
Lo que se plantea, en ese lugar, no es solo profundizar sino además aumentar su ancho en cada veril del canal a 50 mts. Se entiende entonces que el ensanchamiento del veril sur, se hará, si aún no se hizo esa parte, ingresando a la Reserva Natural.
Un dragado de cinco campañas de cincuenta días cada una, con una “draga de succión por arrastre” lastimando la matriz del estuario, donde se reproducen pequeñas especies que además son alimentos de otras. Y ni hablar del aumento de los ruidos ensordecedores a la fauna marina que ya viene herida por la contaminación, redes de pesca, sonidos de lanchas, barcos, etc.
Se lastimará ese lecho barroso que además contribuye a filtrar los contaminantes. ¡Tanto esfuerzo de la naturaleza, para que la draga los remueva y distribuya nuevamente en todo el estuario!
Pero aquellos que tienen la palabra desde la hegemonía, por su cercanía al poder, (ongs, universidad, rescatistas) están ocupados en otras cosas y le dan la espalda a nuestro estuario que seguirá agonizando hasta que no de más.
¿Que hace Silice 14.8? En este caso, comenzamos, como siempre, pidiendo explicaciones públicas al Consorcio del Puerto de Bahía Blanca y a quienes realizaron el estudio de impacto ambiental que aprueba esta obra, sobre este intolerable daño a la Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía Verde.
En otro orden, nuestra organización conservacionista, sigue esperando respuestas del Ministerio de Desarrollo Agrario y del Ministerio de Ambiente, al reclamo formal que presentamos, acerca del resto de las actividades extractivistas que se permiten en la Reserva Natural, en flagrante incumplimiento de la ley 10.907, de Áreas Naturales Protegidas de la Provincia de Buenos Aires.
Patricia Gonzalez y Daniel Porte
Presidenta y Secretario de Sílice 14.8 ONG conservacionista