Carta de lectores, Escribe MINUJIN JENARO .
Hago esta declaración en respuesta a todos los comentarios de las personas preocupadas por conocer la verdad de lo sucedido en el accidente.
Quiero informar que nunca se trató de ocultar la noticia, no manejo los medios de comunicación de la zona, por lo tanto no sé la razón por la cual se publicó días después. Tampoco conozco los mecanismos que hacen que la sirena de los bomberos suene.
En el Facebook leí comentarios hipotéticos sobre que me di a la fuga, que iba alcoholizado, por la banquina y muchos otros.
Nada de eso es verdad.
Yo circulaba por la ruta, con luces, sin haber tomado alcohol y a velocidad normal.
Los ciclistas también circulaban por la ruta, sin luces ni ojos de gato, chalecos o algo que hiciera posible visualizarlos.
De cualquier manera, todo esto, deberá ser corroborado por la policía.
Me acompañaban dos amigos que, valga la aclaración, no tienen ninguna relación con funcionarios públicos, policías o bomberos.
Luego del accidente lo primero que se hizo fue llamar a la ambulancia y junto con ella vino la policía. Llevaron a Magali a Bahía Blanca y a mí me llevaron a la sala médica de Saldungaray a hacerme el reglamentario control de alcohol en sangre. Luego me trasladaron a la comisaría, mientras científica revisaba la escena de los hechos. El vehículo quedó secuestrado.
Desde el momento del impacto hasta el día de hoy averigüe por el estado de Magali, estuve en contacto permanente con los médicos intervinientes de Saldungaray , Sierra de la Ventana y Bahía Blanca (ellos pueden dar testimonio de eso).
Leí la declaración de Damián Pejenaute, en los medios, diciendo que no sabía quién lo había chocado y que no me conocía. Eso no es verdad ya que tuve comunicación telefónica y por mensajes con él. Conservo las conversaciones en las que constan sus negativas a recibir cualquier ayuda de mi parte, así como también sus comentarios agresivos y amenazas de sus allegados. Por supuesto entiendo su estado de nerviosismo.
Pretendo con esto, responder las dudas de la gente que no me conoce.
La gente que me conoce, no necesita explicación.
Jenaro Minujin