El comercio cruzado fue superavitario para la Argentina en los últimos 20 años y, aunque las cifras muestran una tendencia a la baja, en los últimos cinco las exportaciones hacia España se mantuvieron en torno a los 1.500 millones de dólares en promedio.
La llegada de una decena de empresarios españoles que acompañan desde este miércoles al jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, constituye también la marca del peso de la relación comercial bilateral, sostenida no solo en el fuerte intercambio sino también en el hecho de que España es el segundo inversor externo en la Argentina.
El comercio cruzado fue superavitario para la Argentina en los últimos 20 años y, aunque las cifras muestran una tendencia a la baja, en los últimos cinco las exportaciones hacia España se mantuvieron en torno a los 1.500 millones de dólares en promedio.
Los últimos datos completos exhiben ventas por 1.800 millones de dólares el año pasado, con un superávit de 400 millones, un 13% menos que en 2019.
Según un informe de la Cancillería, la Argentina ocupa el puesto 39 en la lista de lugares de origen de las importaciones de España y, a la inversa, la plaza 49 en la nómina de destino de las exportaciones ibéricas.
Pero el dato central es que España es el segundo inversor externo en la Argentina, y el país el sexto destino de las inversiones externas españolas.
En el desglose de esas colocaciones, un informe de la Dirección Nacional de Promoción de Inversiones da cuenta de una serie de inversiones «greenfield» por rubro que capitales españoles hicieron en territorio argentino desde el 2013 hasta la actualidad.
Las llamadas inversiones «greenfield» son las directas desde una casa central, que inicia de cero sus operaciones en otro país, por lo que representan ganancia absoluta para la nación receptora: construcción de sede, transferencia tecnológica y contratación de personal, entre las consecuencias más valiosas.
En ese listado de poco más de siete años, la principal llegada de capitales se dio en el comercio minorista (12 proyectos), en viajes y ocio (9), en computación y software (7), en bancos, seguros y sistema financiero (5) y en servicios profesionales (4).
Pero empresarios españoles también apostaron a la compra, total o parcial, de firmas localizadas en la Argentina, al menos en ocho oportunidades desde el 2013. Esas operaciones correspondieron en tres casos a empresas de computación y software, en dos a servicios profesionales, y en uno a horticultura y agricultura, a minería y extracción, y a productos alimenticios y tabaco.
En cuanto a las exportaciones desde la Argentina, cinco rubros concentraron en 2020 algo más del 81% del total de las ventas: los residuos y desperdicios de la industria alimentaria y alimentos preparados para animales llegaron al 38 %, y los pescados, crustáceos y moluscos alcanzaron el 30 % del total.
Los otros tres ítems fuertes fueron frutas y frutos comestibles más cítricos (4,7%), las hortalizas, plantas, raíces y tubérculos alimenticios (4,1%) y las semillas y frutos oleaginosos y plantas industriales y medicinales (3,4%).
Precisamente una de las metas de funcionarios y empresarios argentinos en esta visita es la de lograr un aumento y diversificación del intercambio comercial, y potenciar las inversiones recíprocas.
Del lado argentino, el Consejo Público Privado para la Promoción de Exportaciones (CPPPE) –que apunta a definir la oferta exportable argentina e identificar mercados objetivo- considera que España puede ser una plaza fuerte para la venta de industrias alimenticias y bebidas, metalmecánica, uva en fresco y pasas de uva y otros derivados de la pesca, además de los que ya se colocan en la península.
A la inversa, España abastece a la Argentina, al menos en parte, de máquinas y aparatos mecánicos (un 15 % de sus exportaciones), productos farmacéuticos (6,9%), máquinas, aparatos y material eléctrico, equipos de grabación y reproducción de sonido e imagen y partes y accesorios de estos aparatos (6,9%), productos químicos orgánicos (6,2%) y automóviles, tractores y partes y accesorios (5,6%).
El 40% de lo que llega corresponde a estos rubros.
Cuando se revisan las inversiones de España en suelo argentino, tres empresas concentran casi todos los volúmenes más importantes: el Banco Santander y Telefónica en sucesivas operaciones desde el 2013, y el Banco Bilbao Vizcaya, con una única operación, pero de 250 millones de dólares en 2017.
También se destacan 44 empresas con proyectos u ofertas de adquisición (total o parcial), encabezados también por Santander y Telefónica y seguidos por Pontegadea Inversiones, el Banco Bilbao Vizcaya, la Distribuidora Internacional de Alimentación, Globalia Corporación Internacional, Iberostar Hoteles, Tecpetrol, Grupo Santillana, Riu Hoteles e Industrias Lácteas Asturiana, entre otras.
Un dato no económico, pero sí político que marca el nivel de las relaciones y los consecuentes entramados comerciales lo marcan las últimas visitas al país: los últimos cinco jefes de Gobierno de España visitaron la Argentina, en algunos casos en más de una ocasión.
Felipe González vino en diciembre de 1983 y en octubre de 1987; José María Aznar estuvo en abril de 1997; José Luis Rodríguez Zapatero en enero de 2005 y repitió en noviembre de 2007; Mariano Rajoy pasó en abril de 2018, y desde anoche, Pedro Sánchez.