Entrevista con el aviador naval Owen Guillermo Crippa, quién arremetió contra toda la flota inglesa en el Estrecho de San Carlos, piloteando un avioncito de entrenamiento avanzado y averiando a la fragata Argonaut.
Tras lo cual, luego de estar orbitando en las cercanías, bajo fuego, volvió a volar entre los buques de la flota dibujando en su rodillera la disposición de los mismos, para informar a la superioridad.
Cabe subrayar que hizo el ataque en solitario, (ya que su numeral no pudo salir por desperfectos en su Aermacchi),
lo cual va en contra de la doctrina militar. Lo habían enviado solamente a hacer un vuelo de reconocimiento y, en todo caso, para abatir a algún helicóptero ingles que se le cruzara en el camino. Pero Crippa hizo mucho más de lo que su deber lo obligaba a hacer, y eso lo convierte en un héroe.
Fue una proeza digna de los antiguos griegos, que algún día estará en todos los libros escolares argentinos.
Nos contó sobre sus comienzos, «Siempre viví en el campo, yo nací y me crié acá en un campo, por eso cuando terminé el colegio primario me tuve que ir a estudiar a Santa Fe, como ami me gustaban mucho los caballos, yo tengo un gran amigo que esta relacionado con gente del ejercito, en ese momento no había clubes hípicos y me invitaba los fines de semana a ir a lo que se llamaba («granja del liceo militar General Belgrano»), que justo es un liceo de caballería asique yo aprovechaba ahí a tomar contacto con los caballos, y ahí empece a conocer gente de las fuerzas armadas, y cuando terminábamos nuestro secundario muchos de los que fueron y son mis amigos entraban a las fuerzas armadas, asique yo me anote para ingresar a la armada Argentina, e hice el curso en la escuela naval militar, me recibí de oficial de la armada, y pedí hacer el curso de aviador naval que lo hice en Punta Indio, asique tanto Bahía Blanca, como Punta Indio, como Trelew son lugares que son parte de mi vida, de hecho una o dos veces por año viajo para allá». Expresó Owen.
Contó que allí por el año 1982 tenía 31 años, y hacía 10 años que volaba, se encontraban muy bien preparados, el adiestramiento que tenían los pilotos y los militares en general era muy bueno, en cuanto al estado de los aviones contó que había algunas falencias, pero en los que él ha volado eran aviones de ataque ligero, adiestramiento avanzado, que eran prácticamente nuevos, hacia muy pocos años que habían ingresado al país.
Hablando de la guerra Crippa contó, «Se había planificado la toma de Malvinas en un momento inoportuno considero yo, porque te imaginas lamentablemente nuestro País estaba con un gobierno de facto, donde los militares tienen que ser subordinados a los poderes políticos, y el pueblo tiene que elegir a sus representantes nos gusten o no, y quienes tenían que conducir la guerra tenían que salvaguardar a su vez los intereses del país, la recuperación de Malvinas fue planificada de manera brillante y llevada a cabo por valientes, la guerra fue justa porque estábamos tratando de mantener parte de nuestro territorio soberano, y fue de una manera improvisada, así y todo a pesar de que se desvirtuó y que no se habían hecho bien las cosas, desde el ultimo conscripto hasta el ultimo comandante a excepción de los almirantes, que no estuvieron a la altura de las circunstancias todos combatieron como leones, a tal punto que los ingleses no se esperaban esa reacción, a tal punto que Argentina no combatió contra Inglaterra sino contra la Otan, porque los ingleses sin el apoyo de los EE.UU y la comunidad económica europea no hubiesen llegado a Malvinas».
Al ser consultado como fue su vida después de la guerra, al volver nos contó que tuvo que renunciar ya que el gobierno les dio la espalda, haciendo referencia a un dicho del entonces Presidente democrático Raul Alfonsin, que los ex combatientes olían a camión atmosférico, entonces su orgullo se vio tocado y pidió la baja, sin tener los años de aporte necesarios para jubilarse. Entonces refiere, en tono de broma, que su mujer y sus hijos tenían la mala costumbre de vestirse y alimentarse por lo que debió trabajar en varias actividades, sin obra social que los ampare y con el abandono del gobierno de ese entonces. 3 años mas tarde, golpean a su puerta dos desconocidos para él, y se presentan diciendo que eran ex combatientes, y que querían unirse todos los martes para ayudarse mutuamente, cosa que no dejaron de hacer hasta la fecha, consiguieron así una obra social por parte del estado, y contención psicológica y medica para quienes lo necesitaban. Luego, nos contó Owen que logro contactarse con el piloto Ingles del helicóptero que él no quiso en esa travesía disparar, con el cual trabo una amistad atraves de los años. Hoy su vida transcurre en la ciudad de Sunchales Provincia de Santa Fe, junto a su familia viajando y dando charlas sobre su paso por aquel conflicto en el que se vio involucrada la Argentina contra Inglaterra. Amen esta decir que Owen es un héroe anónimo al cual no debe olvidarse y que su ejemplo de valentía no debe ser archivado en el tiempo sino mas bien, ser uno de los pilares que necesita la sociedad de hoy, hombres como él hicieron parte de esta Argentina, gracias Owen por tu entrega, no solo en combate, sino luego de él, y como opinión personal dejo plasmado que muchas veces la peor guerra no esta en el campo de batalla, sino cuando la guerra finaliza y nuestros héroes son abandonados por el sistema.
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