Situémonos en los años ‘60 en Portugal. Fijemos nuestra atención en ese país gobernado desde hacía más de 40 años atrás por una gobierno militar autoritario, fundado y orientado con mano de hierro por el general Antonio de Oliveira Zalazar. El régimen, aislado, viejo y anquilosado se endurecía hacia adentro recortando libertades, derechos y llenando sus cárceles de presos políticos, mientras hacia afuera confrontaba con las rebeliones de sus colonias que desde el inicio de la década ‘60 procuraban su independencia, como Mozambique, Angola y Guinea. En 1968, Zalazar, con casi 80 años y su salud quebrantada, fue desplazado por incapacidad y lo reemplazó Marcelo Caetano, otro militar inscrito en una línea idénticamente dura y represiva como la de su antecesor. Las palabras democratización, des colonización y libertad se convirtieron en banderas de un grupo de capitanes del Ejército que le dieron forma a una rebelión castrense conducida por el llamado Movimiento de las Fuerzas Armadas.
cuando la idea insurreccional maduró se puso fecha al levantamiento: 25 de abril de 1974. Los militares rebeldes decidieron poner en marcha el levantamiento apenas pasada la 0 hora del flamante día. A las 0.25 la radio Renacimiento de Lisboa puso en el aire Grándola, Villa Morena, una canción del cantante popular José “Zeca” Afonso. Era la señal que marcaba el inicio del golpe. A partir de allí quienes encabezaban el levantamiento insistieron con mensajes a la población solicitando que permanecieran en sus hogares. Fue en vano, los portugueses masivamente se volcaron a las calles y le otorgaron a la insurrección una caricia de originalidad que marcaría su trascendencia histórica. Espontáneamente comenzaron a repartir claveles rojos, colocándolos en las bocas de los fusiles, ametralladoras y cañones. La dictadura cayó. Se liberaron los presos políticos, retornaron los exiliados, se convocó a elecciones, se estableció una democracia parlamentaria, se puso final a la guerra colonial y se reconoció la independencia de las colonias subyugadas. El acontecimiento se conoció en el mundo como la Revolución de los Claveles, la última revolución incruenta, la última revolución romántica.
¿pero por qué se eligió aquella canción?. ¿Qué la hacía distinta?. Su autor e intérprete, José “Zeca” Afonso, la Escribió en 1971 a manera de homenaje a la Sociedad Musical Fraternidad Grandolense, institución de Grándola, un pequeño poblado situado a poco más de cien kilómetros al sur de Lisboa. Lo inspiró su admiración por el grado de conciencia, madurez política y sobre todo por la solidaridad de aquella entidad.
Grándola, Villa Morena
tierra de la fraternidad,
el pueblo es quien más ordena
dentro de ti, oh ciudad.
Dentro de ti, oh ciudad,
el pueblo es quien más ordena,
tierra de la fraternidad,
Grándola, Villa Morena.
En cada esquina un amigo,
en cada rostro igualdad,
Grándola, Villa Morena
tierra de la fraternidad.
La sombra de una encina
de la que no sabía su edad
juré tener por compañera
Grándola, tu voluntad.
Grándola, tu voluntad
juré tener por compañera,
la sombra de una encina
de la que no sabía su edad.
En CANCIONES, “Grándola, Villa Morena”, José “Zeca” Afonso.
Volveremos para seguir compartiendo… Cortina… CANCIONES.