Toda canción es una historia en sí misma. Toda canción no deja de ser un misterio. Un mundo a descubrir en su sencillez o complejidad, en la policromía que su música y poesía proponen. Pero también cada una de ellas es una particularidad con rasgos propios. Guardan secretos, emociones, sentimientos profundos, recuerdos, imágenes, las coordenadas esenciales de la vida.
Este breve espacio radial es un puerto al que amarran melodías, una por vez. Llegan con desorden, sin importar su género, su procedencia, su diversidad. Pero en cada una de ellas hay algo que las distingue, que las torna curiosas, enigmáticas, provocadoras, desafiantes, bajo la lupa de una mirada parcial, subjetiva y si se quiere caprichosa como la nuestra.
Acompáñenos. Ya estamos en…CANCIONES.
Vamos a escuchar un breve fragmento de un tema que seguramente conocen:
Al aire el tema de Joaquín Sabina “Y NOS DIERON LAS DIEZ”. Salen las primeras estrofas.
Hasta aquí nada raro. Uno de los mayores éxitos de Sabina. Pero si hurgamos en su génesis, las cosas se complican.
La canción se incluye en el CD Física y Química, que el madrileño grabó en 1992. Pero cinco meses antes, en septiembre de 1991 el grupo pop español Los Secretos registró en su disco Adiós Tristeza, un tema bajo el título Ojos de Gata. La similitud entre ambas canciones es indisimulable, pero también sus diferencias. Es más, sus primeras estrofas son idénticas, pero de allí en adelante difieren conceptualmente. ¿Qué ocurrió?. ¿Qué pudo haber pasado?. Los Secretos era una banda muy exitosa. Había sido fundada por los hermanos Javier, Álvaro y Enrique Urquijo. Éste último era muy amigo de Sabina, con quien frecuentaba la movida noche de Madrid. La hipótesis más firme remite a una de esas noches en el bar madrileño Bwana. “Ando seco de ideas, préstame algo”, se cuenta que Enrique le dijo a Joaquín, quien le extendió un papel en el que estaban garabateadas a mano aquellas primeras estrofas. Se separaron. Enrique Urquijo trabajó afanosa y rápidamente aquellas palabras iniciales, completó la letra y le puso música a lo que sería Ojos de Gata. Al poco tiempo la canción salió a la venta en el CD ya mencionado. Comentó Álvaro que antes de que eso sucediera, Sabina se acercó y le sugirió un “dile a tu hermano que se olvide de la canción que le entregué porque he decidido terminarla”. Era tarde. ¿Ahora, por qué las melodías se asemejan tanto si el autor fue Enrique Urquijo?. La pregunta se hunde en el misterio. Lo que es curioso es que en CD de Sabina la autoría de letra y música dice claramente Joaquín Sabina y en el de Los Secretos se indica como responsables de la autoría tanto a Sabina como Enrique Urquijo.
Nos vamos a detener unos segundos en la figura de Enrique Urquijo. Era el líder de Los Secretos, su vocalista, una de sus guitarras y junto a su hermano Álvaro autor de los más grandes hits del grupo. Parece que andaba a contramano de la vida. Era un ser sufriente y atormentado. Quizás así se explica las diferencias entre “Y nos dieron las 10” y “Ojos de Gata”, en la que Urquijo retrata al protagonista, quizás mirándose al espejo, como portador de una inconmensurable carga de agobios, en definitiva, un perdedor. “Me pareció el ser más dulce, más tímido y más sensible del mundo. Era para comérselo. Hablaba poco, fumaba mucho y bebía mucho, como yo”, dijo arrebatado por la tristeza Joaquín Sabina después de enterarse que el cuerpo de su amigo Enrique Urquijo, de 39 años, había sido encontrado muerto por sobredosis de heroína en un oscuro y sucio portal de la calle Espíritu Santo de Madrid.
“No sabía vivir en este mundo”, resumió su última compañera. Así suena “Ojos de gata” en la bella versión de Los Secretos y en la voz inimitable de Enrique Urquijo.
Hasta aquí llegamos, a este muelle improvisado se seguirán amarrando más…CANCIONES.