La de Candela es la historia de muchas deportistas, a las cuales la rutina las agota y necesitan desconectar por un tiempo para reencontrarse.
Por eso cuando Candela Buffatelli volvió al tenis de mesa este año lo hizo desde otro punto, y con eso apareció su mejor versión.
Al respecto explicó que “después de dos años de ausencia porque me había cansado, quise retomarlo y fue la mejor decisión porque estoy re enganchada. En 2019 fui medalla de plata y en 2021 no llegué al podio pero llegué a las nacionales”.
Recordando aquello afirmó que “en 2021 entrenábamos dos o tres veces por semana tres horas, incluido los fines de semana. Llegué muy cansada, desmotivada, así que había renovado la goma de la paleta y quedó intacta, porque lo dejé”.
Analizando rivales sostuvo que “en la zona no hay un nivel tan alto en mujeres, pero en Mar del Plata sube bastante. Hay chicas buenas en La Matanza y Junín, así que obliga a ir enfocada”.
En otro pasaje de la charla contó que “este año cuando comencé me di cuenta que no había perdido el nivel, así que eso me ayudó bastante. Miré el reglamento de los bonaerenses y ahí se aclaraba que había etapas municipales, regionales e interregionales”.
Sumando que “por eso cuando pasé la etapa regional no festejé porque pensé que quedaba un paso más, hasta que Sofía Urriaga me lo confirmó”.
Por último, y pensando en donde ajustar, subrayó que “en los entrenamientos ando muy bien, pero en los partidos de prueba me falta dar un poco más. Tengo que aplicar más todo lo que sé”.