El investigador Esteban Lingeri aseguró que este tipo de fenómenos siempre está acompañado por luces anómalas.
Tras la aparición de una vaca mutilada en la zona de Carmen de Patagones, nuevamente sobrevoló por la región la idea de la presencia del chupacabras.
Al respecto, el investigador Esteban Lingeri afirmó que “siempre los títulos en los medios llaman la atención porque siempre apuntan a algo tenebroso y a un autor del hecho que no nos queremos cruzar. Creo que está bien que se titule así, porque remarca lo extraordinario del evento”.
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Agregando que “generalmente son animales de granja, aunque se han encontrado también mascotas, como perros o gatos, pero al mismo tiempo patos o liebres”.
Según aseguró, “es algo que se repite anualmente, pero muy pocos llegan a los medios y de ahí lo que llega a los investigadores. Hay gente que lleva más de dos décadas investigando estas mutilaciones, y siempre la conclusión es la misma: la fuente es desconocida”.
De la mano con esto resaltó que “las explicaciones oficiales por supuesto no nos dejan muy conforme, sobre todo a los dueños de los animales”.
Rememorando, afirmó que “una vez hablé con un médico de SENASA. He visto animales comidos por los carroñeros, pero una vez vi una mutilación que no la podía explicar, más allá de la declaración de quién lo encontró a ese animal. Hay un velo de misterio que no nos podemos desinteresar”.
Aportando el dato de que “siempre está relacionado a luces anómalas. A algún tipo de fenómeno que sucede en este tipo de mutilaciones”.
Por último admitió que “en Tornquist fuimos a ver un evento que sucedió a fines de febrero, donde no había bajas temperaturas a las cuales echarle la culpa, y los carroñeros ni se acercaron. Por cuatro o cinco días ni se les arrimaban los otros animales”.