Miguel Piergentilli, un vecino de la localidad, comentó la difícil situación que les tocó vivir la noche del viernes. Al mismo tiempo reconoció que no es la primera vez que ocurre.
Más de 30 personas vivieron en carne propia el viernes por la noche la deficiencia de un servicio que, al ser el único con que se cuenta, pareciera ser que se aprovecha de la situación.
Al respecto Miguel Piergentilli sostuvo que “mi hijo viajaba a Buenos Aires en el servicio de las 23 de La Estrella. A esa hora llegó un micro que era con escala en Olavarría. El chico de la terminal nos dijo que 15 minutos más tarde llegaba el otro micro que iba directo a Retiro”.
Continuando con su relato explicó que “se hicieron las 12 y no pasaba nada, así que volvimos a preguntar y nos dijo que se había roto, así que llegaría sobre las 2. Le pedimos que nos avise así volvíamos a casa. El colectivo llegó a las 4:10”.
Esta situación lo llevó a reflexionar, ya que “había cerca de 30 personas, con chicos, y no había donde estar. Es una falta de respeto con la gente. La terminal debería haberles abierto un lugar. La gente se guareció en el alero de la municipalidad con una helada de dos grados bajo cero. No puede pasar eso”.
Al tiempo que acotó que “si hubiese sido una noche de lluvia, la gente se hubiese mojado toda. Además el servicio es malo. Hace poco vino un micro con la suspensión rota que recién lo cambiaron en Olavarría”.
Por último afirmó que “nos preocupamos cuando no hay turismo, pero cuando viene mirá lo que le ofrecemos. Estas cosas no pueden ocurrir. Es el único servicio que tenemos y es malo”.