José Marino, Presidente de la Cooperativa de Electricidad y Servicios Anexos de Dionisia Ltda., comentó como este proyecto le cambió la vida a Nicanor Otamendi.
En un punto equidistante entre Mar del Plata y Miramar aparece la localidad de Nicanor Otamendi, allí la Cooperativa de Electricidad y Servicios Anexos de Dionisia Ltda., donde José Marino es su presidente.
Al respecto, este contó que “el nombre lo pusimos en homenaje al nombre que tuvo la primera estación, aunque luego se cambió el de la ciudad por el que tiene actualmente. Somos alrededor de diez mil habitantes”.
Según explicó, “hace como 80 años un grupo de vecinos ante la falta de suministro eléctrico se juntaron y formaron la cooperativa para dar energía. Iniciaron con los motores, con los generadores, y hoy tenemos 7500 usuarios en la planta urbana y en zonas rurales”.
Sobre su zona de injerencia confirmó que “estamos en el partido de General Alvarado y agarramos parte del Partido de Lobería. Tenemos una red de unos 150 kilómetros”.
Una vez que tuvieron materializado el sueño de la luz “sumamos agua, cloacas, fibra óptica, telefonía, televisión y también educación, porque tenemos una escuela primaria y secundaria. La escuela se fundó en 2008 con primero a cuarto grado, y desde el 2009 le fuimos sumando cursos”.
En tanto que detallando más sobre el tema educacional, mencionó que “tenemos una matrícula de 85%. Es una escuela privada, con subvención en primaria, no así en secundaria. Como muchas familias se tenían que ir a Mar del Plata todos los días para que sus chicos estudien, nos pusimos este objetivo al hombro”.