DIA DE LA INDEPENDENCIA – 1816 – 9 de Julio – 2018
La Independencia, como la utopía, está en el horizonte y hacia ella caminaron los hombres para escribir páginas gloriosas en la crónica patriótica. “¡Declaremos la Independencia de una vez! Seamos libres y lo demás importa nada”, clamaba San Martín.
Hace 202 años, la decisión fue tomada. Las Provincias Unidas se independizaron de España y de toda otra dominación extranjera. La voluntad de los padres fundadores nos legaba una patria libre e independiente para que la hagamos crecer digna, siempre de pie, con la frente alta; para que sea fuerte, generosa, popular, inclusiva, solidaria, latinoamericana.
En el transcurrir de estos dos siglos con la tenacidad, la obstinación y el coraje que caracterizan a nuestro pueblo, intentamos seguir andando tras la utopía de la independencia. Lo logramos algunas veces y fueron tiempos de felicidad para el pueblo, con trabajo, tierra para el cultivo, pan en la mesa, techo y paz.
Pero, siempre al acecho, cada tanto resurge la derecha filo imperialista y arremete como un huracán, destruye lo construido, pisotea símbolos, enloda honores, censura la palabra, reprime las protestas, estigmatiza a los laburantes, encarcela a los opositores, persigue a los militantes sociales.
El hambre somete al hombre y la deuda pone de rodillas a la patria. No hay independencia posible si no se protege la estructura productiva y el pleno empleo; si no se asegura comida para los niños y remedio para los ancianos. No hay independencia posible si se desbaratan los organismos de control, se aniquila a la prensa libre, se arrincona a los científicos, se desfinancia al estado.
No hay independencia posible si no se respetan los derechos de las mayorías a la educación, la salud, la seguridad, la justicia, a la organización social; a un medio ambiente saludable y a un sólido modelo de desarrollo que potencie las posibilidades de los trabajadores y de la industria nacional.
No hay independencia posible si estamos perdiendo soberanía energética, si ha sido entregada nuestra soberanía espacial y ya no es un objetivo la soberanía sobre las islas Malvinas.
Hoy, el desafío se agiganta; nosotros lo sabemos Aquí estamos, abiertamente declarados en estado de asamblea permanente dispuestos a discutir ideas, proponer acciones, portar banderas, hacer oír nuestra voz y ser protagonistas de la historia.
La Independencia, como la utopía, está en el horizonte y hacia ella andaremos juntando los pedazos para reconstruir la patria una y otra vez, con el otro, con los otros, solidarios, respetuosos, compartiendo pensamientos, sentimiento, destino, tantas veces como haga falta.
Somos el pueblo y venimos desde los confines de la tierra y de la historia. … no hacemos más que cumplir con lo que nos está determinado: seguir de pie, erguidos, con la frente bien alta, orgullosos porque la dignidad no tiene precio.