La actividad turística es una de las más afectadas a causa de la pandemia de coronavirus y, hacia adentro, los guías son un sector especialmente comprometido ya que necesitan del desplazamiento de los viajantes para poder trabajar; por eso, atraviesan estas semanas de aislamiento planificando el futuro de su profesión, algo que, según los especialistas, no sucederá antes de la primavera. Juan Carlos Mulder, guía de turismo en Bariloche desde el 2000, dijo a Télam: «Hasta hoy, algunos colegas han recibido el subsidio de los 10 mil pesos y otros el préstamo a tasa 0, pero muchos no han recibido ninguna de las dos cosas y son hoy los más perjudicados».
A su vez, remarcó: «Solicitamos que para este mes de diciembre, no se nos cobre la renovación de nuestras credenciales, ya que diferentes entes (municipio y parques) nos exigen actualizarlas anualmente».
Por su parte, Juan José Puliafito, que es guía de montaña hace 10 años también en la ciudad rionegrina de Bariloche y forma parte de la Asociación Argentina de Guías de Montaña (AAGM), contó a Télam: «Acá, la primera fuente económica es el turismo, no solo para las personas que trabajan en gastronomía, hoteles o servicios con guías, sino para todo el sector. Esta situación de pandemia global afecta de forma indirecta a un montón de familias».
El guía remarcó que desde la AAGM y junto con otros organismos de turismo activo, están conversando de forma virtual para elaborar protocolos para el momento en que, cuando Nación y las provincias lo dispongan, se pueda habilitar ciertas actividades con restricciones.
«Nosotros trabajamos con grupos reducidos de personas, tanto para caminar en la montaña, andar en bici o en kayak: no es un turismo masivo y además es al aire libre; cuando la gente pueda volver a circular, nuestro tipo de turismo, pensamos, es más seguro que el tradicional».
Desde la capital del país, Federico es parte de un colectivo de guías profesionales, inscriptos en el ente de turismo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que busca visibilizar la problemática del sector debido a la inactividad forzosa por la pandemia de coronavirus.
El grupo profesional autoconvocado destacó, a través de una carta abierta, que los guías son «la cara visible, un eslabón fundamental del sector turístico, el nexo y carta de presentación entre el destino y el turista, somos intérpretes y comunicadores del patrimonio natural y cultural; para ejercer la profesión nos formamos en instituciones universitarias o terciarias y nos capacitamos constantemente para brindar información responsable y de calidad».
Dada la situación de paralización total del sector desde marzo y los lejanos horizontes de reactivación de la actividad, solicitan «a las autoridades gubernamentales, un ingreso profesional de emergencia por inactividad forzosa hasta la reanudación de la actividad».
Por su parte y desde Misiones, Marcos Dos Santos es guía y trabaja en Iguazú desde hace 7 años: «La situación es crítica, al punto de tener que darnos una mano entre la gente del sector porque ya los ahorros no alcanzan, y sólo una minoría (menos del 10%) trabaja en relación de dependencia», dijo a Télam.
Agregó también, que «sumando el cierre de fronteras y del parque (Parque Nacional Iguazú), la única industria que mueve el norte misionero quedó paralizada, dejando a muchas familias sin sustento; el 80% de la población vive directa e indirectamente del turismo, así que hay que de poner mucho énfasis en el turismo nacional».
Desde la Asociación de Guías de Turismo de Iguazú y el Ente Municipal de Turismo Iguazú, se enviaron cartas al ejecutivo y legislativo provincial pero hasta ahora no hubo respuestas.