Así lo confirmó Facundo Casalle Pintos, guarda parque y uno de los encargados del lugar. A su vez el propietario, Ricardo Doracio, aseguró respecto al turismo que “cada día se trabaja más por suerte”.
Las 2700 hectáreas del campo que enmarca a la reserva Sierras Grandes son una invitación para descubrir la naturaleza autóctona, y al mismo tiempo, reencontrarse con los ancestros que habitaron estos suelos.
En una interesante charla, tanto el guarda parque Facundo Casalle Pintos como el propietario Ricardo Doracio mencionaron cómo es el día a día de un lugar mágico de nuestra comarca.
Comenzando la charla, Ricardo comentó que “desde que compramos el campo siempre tuvimos la idea de hacer turismo. Mis hijas querían emprender ese trabajo y lo dejé en manos de ellas y Facundo nos da una mano. Yo sigo produciendo con ganadería y esto es un complemento. La reserva se fundó en 2014”.
De igual forma resaltó que “todas las visitas son con guías así que la gente no nos molesta, al contrario, y por suerte tenemos muy buenos guías. Cada día se trabaja más por suerte”.
Por su parte Facundo reconoció que “nosotros desde la provincia tenemos como uno de nuestros objetivos, tener representados dentro de las áreas protegidas, todos los ambientes. Uno de los más importantes es el de pastizal pampeano serrano, que está muy pobremente representado, porque la única figura es el Parque Provincial Ernesto Tornquist”.
Por este motivo “como no tenemos tierras fiscales donde podamos declarar nuevas reservas públicas, se comenzó a trabajar con los privados para ver si alguno quería involucrar en esto de conservar. Tenemos claro que el proyecto debe tener una pata económica para que les sirva”.
Fue así como “con guías de la comarca nos abocamos a diseñar distintos paseos y es así que Sierras Grandes tiene ocho paseos. Esto le da un complemento al campo, más allá de la ganadería sustentable”.
Entre las cuestiones aún a resolver, señaló que “falta ratificar la reserva por ley, que es otro proyecto que tenemos en marcha, como también conseguir el acceso público al establecimiento, que está costando mucho”.
En otro pasaje de la charla confirmó que “hemos descubierto en estos años que estamos trabajando nueve sitios arqueológicos nuevos, con arte rupestre, entre cuevas y aleros; y también descubrimos poblaciones de especies vegetales en riesgo crítico de extinción. En todo el mundo hay cinco o seis poblaciones en todo el mundo, y dos están en Sierras Grandes”.
Al tiempo que Ricardo recordó que “cuando compre el campo hace 30 años se veían cuatro pinos. No les daba importancia. Al contrario, me parecían lindos. Después tomé conciencia la plaga que eran. Cuando hicimos la reserva la idea de ellos fue eliminarlos y ya había cientos”.
Apoyando esto ,y a modo de cierre, Facundo mencionó que “lo que tiene el control del pino tosquero, es que estamos preservando el pastizal pampeano que casi no tenía árboles, y los árboles nativos casi no quedan más. El tema que las especies que se utilizaron son invasoras. Esos pinos lo que hacen es que no crezca nada en el suelo debajo de ellos. Queda la piedra pelada”.
créditos: Fotos que fueron tomadas en la Reserva Natural Sierras Grandes por personal del Ministerio de Ambiente