Unas 600 cooperativas eléctricas de todo el país solicitaron al Gobierno nacional que interceda para la suspensión de pagos a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), en particular por el impacto de la mora en los cobros de servicio que registra una caída del 45% desde el inicio de la emergencia sanitaria por el coronavirus.
El presidente de la Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas (FACE), José Alvarez, explicó que el pedido se concretó mediante una carta al Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en el marco de «una alta tasa de morosidad que enfrentan las cooperativas por no poder cobrar ante las condiciones de aislamiento y la situación económica que arrastra el país en los últimos años».
«Solicitamos -dijo Alvarez a Télam- que Cammesa le dé la posibilidad a las cooperativas eléctricas de suspender el pago de facturas que vencen en estos días para acordar un pago de 50% y financiar el restante, además de dar de baja la aplicación de intereses moratorios y punitorios a tasas exorbitantes».
La nota, además, fue suscripta por la Confederación Argentina Interfederativa de Cooperativas Eléctricas y otros Servicios Públicos (Conaice), y las Federaciones de servicios públicos integradas a la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar).
Para las distribuidoras, Cammesa debe suspender el vencimiento de las facturas que vencen estos días y acordar una forma de pago con los agentes que debe tener en cuenta el nivel de cobranza.
Para el directivo de FACE, se da la situación en que «las cooperativas históricamente se mantuvieron al día con los pagos a Cammesa, pero son las empresas provinciales las que acumulan deudas millonarias» con la compañía mayorista, a pesar de lo cual logran el financiamiento de sus dudas.
A partir del 20 de marzo pasado, cuando comenzó a regir la cuarentena obligatoria, las cooperativas debieron cerrar las oficinas comerciales, mientras que los centros de cobranza, los bancos y los pagos rápidos dejaron de cobrar las facturas eléctricas por ventanilla, lo que contribuyó a la merma de recaudación que hoy alcanza un 45%, aseguró.
Las cooperativas se vieron «imposibilitadas de tomar estados de medidores, facturar los servicios, distribuir las facturas, pero lo que es peor, no pudieron habilitar bocas de cobro por lo que tuvieron ingresos para hacer frente al pago de remuneraciones y gastos de operación y mantenimiento, debiendo considerar aún aportes, contribuciones y gastos necesarios para garantizar la continuidad del servicio», explicó Alvarez.
Respecto de la medida que dispone la «abstención de cortes de servicios en caso de mora o falta de pago» por un lapso de 180 días, destinado a un grupo de usuarios residenciales y no residenciales, las cooperativas estiman que la medida alcance a «más del 40% de usuarios».
La Mesa Nacional de Cooperativas Eléctricas planteó la semana pasada que el sector viene «enfrentando el congelamiento nacional de tarifas decretado por la ley 27.541 de solidaridad social y reactivación productiva en el marco de la emergencia pública, y en algunas provincias desde hace más de un año, todo ello con una inflación anual del orden del 50%».
A ello se suma también la caída de la demanda de energía, con fuerte incidencia de lo ocurrido en actividades industriales de base (siderurgia, canteras, automotriz, papel, textil), en supermercados y en menor medida la Industria alimenticia.
Así, la factura de Cammesa que venció en marzo experimentó un nivel de pago a su vencimiento, por parte de los distribuidores, del 50,76%, mientras que para abril «ya se presenta como una realidad el corte de la cadena de pagos, por el incremento en la mora de los usuarios en el pago de los servicios esenciales».