Por separado, investigadores de las instituciones que dependen de los ministerios de Salud y de Ciencia analizan mutaciones que podrían ser parte de una variante local. Pero aún no está confirmado y siguen los estudios. ¿Es factible una variante argentina? Qué dicen los expertos
“El equipo de investigadores que hace seguimiento de las variantes del coronavirus está estudiando la posibilidad de que unas mutaciones sean locales, pero aún ese estudio no está finalizado”, admitió en diálogo con Infobae el Instituto ANLIS/ Malbrán sobre la posibilidad de una nueva cepa “Buenos Aires”. Sin embargo, aclaró que aún los estudios no están terminados.
En tanto, consultada por Infobae sobre la posibilidad de una variante local del coronavirus, la investigadora del Conicet que lidera el Consorcio Proyecto País, Mariana Viegas, dijo que “hasta el momento no se ha detectado dentro de nuestra vigilancia genómica”.
Pero la investigadora contó que tienen en la mira el aumento de la frecuencia de una mutación s_L452Q que fue informado en el último reporte del consorcio.
“Es una mutación que estamos encontrando en la secuencia que analizamos de la proteína Spike del coronavirus. Aumenta su frecuencia en muestras de pacientes de Ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires. Estamos en un proceso de estudio de genomas completos para poder caracterizar bien la mutación y evaluar si tiene alguna importancia”, señaló la doctora Viegas. La mutación s_L452Q aumentó su frecuencia durante las últimas semanas. Se detectó en el 28% de las muestras de la ciudad de Buenos Aires y en el 58% de las muestras que analizamos de provincia de Buenos Aires. Esos datos aún no implican que sean la prueba de una variante local”, remarcó la doctora Viegas.
Los grupos de genómica del coronavirus del Instituto ANLIS/Malbrán y el Consorcio País trabajan por separado. El primero depende del Ministerio de Salud de la Nación. El segundo fue organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en marzo del año pasado como parte de la respuesta ante la pandemia.
Y si bien trabajan por separado, ambos grupos están evaluando mutaciones que podrían dar lugar a variantes locales. Aunque en el caso del Instituto ANLIS/MALBRÁN aún no se especificó cuál es la mutación que siguen.
La posibilidad de una mutación local
Los últimos días de marzo, la jefa de Gabinete del Ministerio de Salud, Sonia Tarragona, había advertido que “no estamos exentos que se genere una cepa argentina (del virus SARS-CoV-2)”, en el marco de sus declaraciones en relación al marcado aumento de casos diarios registrados por COVID-19. “Es inminente el inicio de la segunda ola. Hay provincias que empezaron a mostrar mayor número de casos. Ciertamente ya estamos en el inicio de la segunda, esperemos que no sea fuerte o elevada, pero que hay aumento de casos no hay dudas. En el Malbrán ya se están secuenciando nuevas variantes, nuevas cepas”, había alertado.
“En Proyecto País, todo lo que detectamos lo incluimos en los reportes. Más allá de la identificación y establecimiento de diversos linajes durante toda la pandemia, no hemos visto aún una variante que conjugue alguna constelación de mutaciones que pudiera estar asociada con cambios biológicos del virus. Pero estamos continuamente vigilando no solo las variantes ya definidas como de preocupacion, sino también monitoreando todos los cambios de tal modo de justamente hacer un seguimiento en el caso de que surja algo potencialmente distinto. Siempre hay que recordar que los cambios genéticos, las mutaciones, son solo uno de los aspectos que definen estas variantes de preocupación”, informó hoy a Infobae el investigador en virología Humberto Debat, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
En este contexto, Infobae consultó a expertos especialistas en virología y enfermedades infectocontagiosas sobre cómo nacen las variantes y, en base a ello, si es factible que surgiese una nueva opción de virus en el país, qué hace que el SARS-CoV-2 mute y por qué sucede en algunos lugares, como en Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, y en otros no. Todos coincidieron en que es muy factible que la Argentina pueda contar con una variante local.
“Siempre puede aparecer una variante que contenga ciertos cambios o mutaciones, que no se encuentran en otro lugar. Lo importante es destacar los factores que aumentan la probabilidad de que esto ocurra”, aseguró Laura Palermo, doctora en virología, especialista en la historia de las enfermedades y profesora en el Hunter College de Nueva York.
“Para eso tenemos que entender por qué pueden aparecer estas nuevas cepas. La respuesta a esta pregunta está dada por la biología de este tipo de virus. El nuevo coronavirus, que causa esta nueva enfermedad, COVID-19, está compuesto por ARN. Estos tipos de virus se reproducen dentro de nuestras células y durante la reproducción viral el genoma del virus tiene que copiarse para producir nuevas partículas virales. La enzima que copia este ARN viral comete muchos errores y esos errores son las mutaciones o los cambios que presentan las nuevas partículas virales si los comparamos con la cepa original que infectó a esa persona”.
“El factor más importante, que aumenta la probabilidad de que aparezcan estas variantes, es el número de contagios. Cuanta más gente se infecte en una población, mayor es la probabilidad de que alguna variante aparezca: regiones altamente pobladas, con un índice de contagio muy alto, con un porcentaje muy bajo de vacunación, son el contexto perfecto para que emerja una nueva variante. Y, para prevenir la aparición de nuevas cepas, hay que reducir la probabilidad de contagios con el uso de tapabocas, barbijos y el distanciamiento social. La estrategia más efectiva es vacunar a la mayor cantidad de personas y lo más rápido posible”, agregó.
Guillermo Docena, bioquímico, inmunólogo e investigador del CONICET. Desarrolla ARGENVAC221, una vacuna argentina contra el COVID-19, dijo a Infobae que “lo que observamos en varios puntos del globo son variantes del mismo virus, y nacen por mutaciones. Todos los virus, cuando se replican, introducen mutaciones, es decir, cambios mínimos en los ácidos nucléicos -en este caso RNA del virus- y eso después termina en el cambio de un aminoácido, las proteínas del virus, y esas mutaciones pueden afectar a cualquiera de las proteínas”.
“En el caso del SARS-CoV-2, muta menos que otros virus como el de la influenza o el del HIV, que tienen una tasa de mutación mucho más alta. Se ha calculado que el COVID-19 tiene dos mutaciones por mes, lo cual es bajo, pero a lo largo de un año con tanta transmisión, lo que ha hecho es que en distintas partes del mundo se hayan generado muchas variantes virales. Pero lo interesante y llamativo es que aparecen algunas de ellas iguales en distintas regiones, en forma independiente, se generan estas mutaciones y generan virus que tienen mayor o transmisibilidad o mayor generación de enfermedad severa o la propiedad que se está viendo de evadir la respuesta inmune generada por una vacuna”.
¿Es factible que surja una nueva opción de virus en la Argentina? “En el país han aparecido otras variantes, pero no con las características de estas. Se define una nueva variante cuando un determinado número de los virus que se secuencian tienen esta característica, un 40% o un 50% por lo general. Acá han aparecido unas variantes que se llaman menores, que están en muy poco porcentaje de la población y es por ello que no se la considera una nueva variante a tener en cuenta. ¿Pueden surgir nuevas variantes de interés? Sí, cuanto más transmisión haya del virus o más contagios, hay mayor posibilidad de que surjan estas variantes y que luego se transmitan en la población”.
Analía Rearte, epidemióloga, directora Nacional de Epidemiología y Análisis de la Situación de Salud del Ministerio de Salud de la Nación, coincidió con los otros expertos en que “en la Argentina sí existe el riesgo de que pueda aparecer una variante. Como existe el riesgo en todo el mundo. La aparición de nuevas variantes está totalmente relacionada con el número de casos. A mayor cantidad de casos y más transmisibilidad, más posibilidades de que el virus mute”.
¿Cómo evitarlo? Según Rearte, con medidas de contención, al diagnosticar lo más rápidamente, aislando a las personas infectadas y sospechosas de haberse contagiado.
El rol del Malbrán
El centro de referencia en Argentina responsable de analizar todos los patógenos que significan una amenaza para la salud humana es la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos Malbrán”, o mejor conocido como Instituto ANLIS – Malbrán, un organismo público descentralizado dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.
El Ministerio de Salud adquirió en enero, para el Malbrán, un nuevo equipamiento de la empresa Illumina, que incluye una plataforma robótica, un equipo de secuenciación de nueva generación con alta capacidad de generación de secuencias y una infraestructura informática para estudios de epidemiología genómica, metagenómica e inteligencia artificial a gran escala.
El monto invertido asciende casi al millón de dólares (992.600 USD) y es la única unidad de estas características en la Región. Se trata del dispositivo de secuenciación Covid Seq, que posibilita la generación de 360 GB de información de secuenciación en 12 horas. Esto genera, por ejemplo, 3 mil genomas de SARS-CoV-2 en 24 horas de operatividad, lo cual admite el estudio genómico a gran escala y a tiempo real.
Para que estos estudios puedan ser escalables, el equipo de secuenciación está asociado a una plataforma robótica que permite la obtención de material genético de distintas muestras clínicas y el procesamiento posterior en una etapa pre y post amplificación del material genético. Esta plataforma robótica puede ser programada para diversos usos, que permiten escalar también el diagnóstico molecular de la institución.
La importancia de tener un equipo de estas características en plena pandemia y con nuevas y amenazantes mutaciones, es que la secuenciación genómica que realiza es la única tecnología que permite la confirmación de reinfecciones. La magnitud de la pandemia COVID-19 y sus medidas de mitigación a nivel social, ponen de manifiesto, la urgencia por obtener una vacuna segura y efectiva en tiempo récord.
Los expertos del Malbrán pueden utilizar este nuevo equipo para confirmar nuevas cepas del coronavirus que circulan en el país
La directora científico-técnica del Instituto Malbrán, Claudia Perandones (M.N. 83.079), en diálogo con Infobae, explicó que “una de las mejores formas de conocer un organismo es secuenciar su genoma, que contiene las instrucciones necesarias para hacerlo funcionar. Cuando se produce una pandemia como la de COVID-19, conocer el genoma del agente infeccioso responsable proporciona información con gran relevancia para los investigadores. Les permite identificar qué es lo que causa la enfermedad, conocer su origen y evolución con el tiempo o desarrollar estrategias terapéuticas para hacerle frente”, señala la experta del Malbrán.
La genómica es además indispensable para el seguimiento de la diversidad de las regiones del genoma como candidatas vacunales a un nivel de precisión de nucleótidos y su comparación con las variantes emergentes en las distintas zonas geográficas.
Esta plataforma es la única aprobada por Food and Drug Administration (FDA –Estados Unidos) tanto para su uso en diagnóstico como para secuenciación genómica de coronavirus y ya está siendo utilizado por laboratorios de referencia en Estados Unidos y en el mundo con esta finalidad.