Con el objetivo impulsar la producción de carne vacuna y ordenar la relación entre el mercado interno y externo, el Gobierno nacional presentó la propuesta a los referentes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).
Esta iniciativa fue anunciada en las últimas semanas de junio pasado por los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra; de manera conjunta con la decisión de liberar de manera parcial las exportaciones de carne vacuna, que fueron suspendidas a principios de ese mes por el fuerte aumento en los precios del mercado interno.
La finalidad del Plan Ganadero, considerado como «una propuesta federal para el desarrollo de la ganadería bovina», ya que cuenta con aportes formulados por provincias productoras y del sector privado, es aumentar el stock bovino y, por ende, la producción de carne, para asegurar el abastecimiento local y externo.
En palabras del mismo Kulfas, «la intención es pasar de una producción de tres a cinco millones de toneladas de carne».
Al argumentar la necesidad de un nuevo plan, desde Gobierno sostiene que el rodeo nacional y la producción de carne se encuentra estancada.
«Durante los últimos 50 años, Argentina sostiene un stock aproximado de 55 millones de cabezas, destina a faena aproximadamente 14 millones de cabezas y produce 3 millones de toneladas de carne vacuna medida en equivalente a res con hueso», sostiene el borrador del Plan Ganadero al que pudo acceder Télam.
Así, los lineamientos estratégicos propuestos «prevén generar un incremento de la producción y de la productividad sostenible en el tiempo, mediante la mejora de las condiciones de acceso al capital de trabajo y de inversión predial, incentivos adecuados para movilizar al sector y la facilitación al acceso a inversiones en tecnologías e innovaciones sustentables«.
«Para ello, se proponen un conjunto de instrumentos financieros, incentivos fiscales, asistencia tecnológica, cambios en la comercialización, entre otros, destinados a fomentar el incremento de la eficiencia del stock ganadero», agrega el plan ganadero oficial.
De la misma manera, la estrategia «tiene como punto de partida la construcción de una visión federal sobre el sector con el objetivo de ordenar la relación entre mercado interno y externo, atendiendo las particularidades de cada región para el desarrollo de la ganadería bovina».
Bajo estos parámetros y, si bien todavía faltan resolver algunos detalles, en especial los referidos al tema financiamiento, Kulfas entregó el borrador en los últimos días de la semana pasada al vocero del CAA, José Martins, y al presidente de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), Gustavo Idígoras.
Los principales lineamientos del plan se agrupan en ocho objetivo específicos: el incremento de la producción y de la productividad de la cadena de valor de carne bovina; aumento del Agregado de Valor en origen; el desarrollo de infraestructura rural comunitaria; la incorporación de tecnologías e innovación en los procesos de producción; y el fortalecimiento de la cadena bovina para la adaptación y mitigación de riesgos climáticos.
También buscará una mejora de la comercialización de la producción bovina; medidas fiscales para promover inversiones sectoriales; y la promoción del desarrollo para el acceso a nuevos mercados.
En lo que respecta a los objetivos para lograr un aumento en la producción «se proponen un conjunto de instrumentos financieros, incentivos fiscales, asistencia tecnológica y técnica al productor, entre otros, destinadas a fomentar el incremento de la eficiencia del stock ganadero».
A partir de la implementación de diferentes medidas se buscará lograr un incremento de la implantación de pasturas, verdeos y forrajes conservados; la implementación de biotecnología reproductivas; la adquisición de semovientes; la implementación de prácticas sanitarias de prevención y control de enfermedades; la mejora de la infraestructura básica para el manejo de rodeo; estímulo al incremento de peso de faena; y la asistencia técnica y capacitación para la gestión del establecimiento pecuario.
Otro de los puntos relevantes del plan trata las medidas fiscales para promover inversiones sectoriales, entre las cuales se haría una modificación de la valuación fiscal de la hacienda al cierre del ejercicio, una amortización acelerada; crédito fiscal para la compra de insumos; y la devolución del IVA de inversiones con condiciones especiales.
Por último, otro punto clave radica en el cambio en el sistema de comercialización.
«El 75% de la venta minorista de carne se realiza en carnicerías, mientras que la distribución de la faena se hace en un 60% en medias reses. A partir de 2022 se implementará el troceo de la res en piezas que no podrán exceder los 32 kilos como paso necesario hacia una distribución por cortes a las carnicerías, en vistas de mejorar la transparencia, optimizar los cortes y mejorar la protección para trabajadores y consumidores», sostiene el escrito.