La presentación la realizaron más de 60 sindicatos de ese país en medio de la tragedia que vive Brasil por el descontrol ante la pandemia del coronavirus.
Una coalición de más de 60 sindicatos brasileños acusa al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de llevar adelante un genocidio en ese país. La presentación fue realizada ante el Tribunal de La Haya por la gestión oficial de la pandemia de coronavirus, la cual causó una «tragedia general» en el país.
«Bolsonaro ha llevado a cabo una estrategia genocida», señaló Célia Regina Costa, una de las voceras de la denuncia y secretaria general del Sindicato de los Trabajadores Públicos de la Salud en el estado de Sao Paulo (Sindsaude SP), una de las entidades que integran la Red Sindical Brasileña UNI-Saúde, que representa a más de un millón de profesionales de la salud.
La Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) posibilita, a través del artículo 15 de su carta fundacional, el Estatuto de Roma, que organizaciones, ONG e incluso personas individuales envíen información documentando supuestos delitos, proceso que puede hacerse incluso a través de un mensaje de correo electrónico.
Tan sólo en 2019 la Oficina de la Fiscalía recibió más de 800 de estos mensajes, que son tratados como «comunicaciones», no como denuncias o querellas por responsabilidad penal.
«Sabemos y somos conscientes que el tribunal tarda. Ya hay otras denuncias contra Bolsonaro y sabemos las limitaciones, pero es importante», admitió Costa, sobre las dificultad de que el proceso concluya con la apertura de una investigación por parte de la CPI.
La sindicalista señaló que la acusación también tiene como objetivo aumentar la presión interna sobre el presidente brasileño con el fin de que «cambie la lógica» en el manejo de la crisis del coronavirus, una enfermedad de la que se recuperó recientemente tras pasar dos semanas convaleciente.
Entre las razones que llevaron a la coalición a presentar la queja ante el tribunal internacional, Costa subrayó el menosprecio de Bolsonaro hacia la pandemia, la cual llegó a calificar de «gripecita», y la férrea defensa de la cloroquina, un medicamento cuya eficacia en el combate a la Covid-19 no ha sido comprobada científicamente, informó la agencia de noticias EFE.
«Ese comportamiento irresponsable y que afronta las orientaciones de las autoridades internacionales de Salud, con la exposición de millones de personas es crimen contra la humanidad», señala la coalición en un documento de más de 64 páginas presentado ante la CPI.
Brasil es actualmente el segundo país del mundo con más casos de coronavirus, unos 2,4 millones, y muertes, cerca de 88.000, por detrás de Estados Unidos.
«Es una tragedia general en el país. Hay mucha responsabilidad por parte del Gobierno, que no miró la pandemia como debería», recalcó la secretaría general de Sindsaude.