Hoy la Unión Cívica Radical despide a un hombre que llegó a la primera magistratura por el voto de las mayorías democráticas argentinas.
Se fue un hombre que dejó la función pública con menos bienes de los que tenía cuando asumió, se fue un hombre honesto que ejerció la presidencia de la república defendiendo el pleno ejercicio de las instituciones y las libertades públicas. El fin de su gobierno estuvo envuelto en revueltas populares y en un gran caos económico producto de no poder controlar la situación creada por una convertibilidad que pretendió mantener y que ya era insostenible.
El paso de los años fue echando luz sobre las causas de esos días convulsionados y apareció nítido el accionar mezquino de muchos dirigentes que después ocuparon los más altos cargos en el gobierno.
Con los claros y oscuros de una gestión, nunca nadie puso en duda la frugalidad de su persona y su hombría de bien.
Muchas generaciones de estudiantes gozaron de sus clases magistrales en la Universidad de Buenos Aires. En cada clase derrochaba conocimiento.
Murió De la Rúa. Hoy se encontrará con otros radicales ilustres y juntos seguirán inspirando a los demócratas de este partido centenario.
UCR de Tornquist.