Corina Angeloni De Castro contó una historia cruda y desgarradora. En la sala médica de Dufaur le salvaron la vida, y quiso retribuir ese gesto enalteciendo la figura de la enfermera que la socorrió.
Corina Angeloni De Castro volvió a nacer ayer en Dufaur. Ella misma así lo vivenció. Todo, gracias a la vocación de servicio de la única profesional que queda en la sala médica de esa colonia.
Según contó “soy de punta alta pero tenemos una casita en Dufaur. Acá hay una enfermera, Yamila Estauro, que hace muchos años trabaja en la salita médica. Ella actúa como un médico, es una excelente profesional. Todos lo tienen que saber. La sala es pequeña pero está colmada de amor”.
En esa línea mencionó que “si bien cada tanto viene un médico, no tenemos uno permanente desde el fallecimiento del anterior. La cuestión que ayer estaba comiendo apurada y me atraganté con pan y atún, y me comenzó a faltar el aire”.
Agregando que “mi marido se abatató y solo alcancé a decirle que me lleve a la salita. Ella, con su actitud profesional, me tranquilizó. Me hizo sentar, me comenzó a hacer maniobras, y si no fuese por ella me moría porque no llegaba a ningún lado”.
Por último admitió que “la comida se había hecho una pelota que no iba para ningún lado. Me hizo lavados y me recuperó a la vida. Quiero que se conozca esta historia, porque tenemos una excelente profesional en la zona. Es una manera de hacer patria”.