Esta mañana, FM Reflejos conversó con Mateo Botto Beli, estudiante de Sierra de la Ventana que se encontraba en la residencia estudiantil de Tornquist de Bahía Blanca al momento del temporal y las inundaciones en la ciudad. Nos cuenta su experiencia y cómo fue que lograron retornar a sus hogares de origen.
«No sé si puedo deliberar si se va a poder volver a la normalidad o no. Sinceramente, me queda cierto temor porque donde vivía yo el agua pasó por arriba todo y nunca estuve ni siquiera tan cerca de algo así. En mi vida me imaginé que me iría a pasar» expresa Mateo cuando comenzó la nota.
«Al principio intentamos tapar la puerta y los agujeros con toallones y ropa. Nunca nos hubiésemos imaginado que el agua iba a escalar la vereda, adentro de la casa y que adentro de la casa nos iba a llegar casi a la cintura» menciona el estudiante la sorpresa que se llevaron sobre la situación.
«Pensé que afrontar algo así solo, considerando que era el primer mes viviendo por mi cuenta, me hubiese colapsado la cabeza. Mi primer recurso hubiese sido disparar de ahí, pero lo digo ahora que ya lo viví». Mateo también menciona que durante el temporal estuvo comunicado parcialmente; «la señal se empezó a cortar como a las 10 de la mañana. Ahí tuvimos que empezar a subir a la terraza para que nos lleguen los mensajes, pero era más desesperante no poder enviar».
«Escuchábamos gente gritaba, gritos de garganta. Conforme pasaban las horas, veíamos que pasaba la gente por la estación de servicio de Brandsen con una manguera en fila india, intentando que no se los lleve el agua» comenta lo sorpresivo de toda la situación, que de hecho, en un principio, no podían creer.
«En un principio, era agua clara. En cuestión de 10 minutos empezó a venir agua turbia y se empezó a meter por la casa» refiere cómo fue que vio venir el agua. «Al principio no nos dábamos cuenta del olor, a lo último era insoportable; era una mezcla de olor a químico con olor a combustible y olor a cloaca, todo junto. Era totalmente desagradable» expresó.
«Me acuerdo que Bruno nos dijo que agarremos lo mínimo indispensable y que caminemos para adelante, si se caía algo, lo teníamos que dejar ir» recuerda las indicaciones del Secretario de Gobierno al momento de arribar a la Casa del Estudiante a evacuar a los chicos. Agrega que caminaron una o dos cuadras para poder llegar a los vehículos y que, de haber querido meter los mismos al agua, se los hubiese llevado la corriente.