>En 2021, ambos países concretaron compras de vinos y mostos por un 13,2 millones de dólares, un 3% de las ventas al exterior. Los especialistas del sector contaron a Télam cuáles son las medidas para solucionar los problemas logísticos.
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania comenzó a impactar en las exportaciones de vinos argentinos a esos destinos, que explican alrededor del 3% del total de las ventas al exterior.
El vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). el sanjuanino Hugo Carmona, señaló a Télam que «en estos primeros meses se frenaron exportaciones por un valor de 1.360.000 dólares a Rusia, y en mosto unas 1.300 toneladas. Y a Ucrania más de 4 millones de litros por 1.4 millones de dólares«.
En base a datos oficiales, ambos países en 2021 concretaron compras de vinos y mosto por un 13,2 millones de dólares.
Desde el sector privado, Diego Levy, CEO de Finca Flichman, una bodega de capitales portugueses (Sogrape), sostuvo que «el conflicto de Rusia nos pegó muy fuerte en el primer trimestre con aproximadamente el 15% de nuestras exportaciones».
La importancia de ese mercado se explica en que el 15% de las exportaciones previstas por la firma de capitales lusos tenía como destino a ese mercado.
«Nosotros le vendemos a dos clientes de Rusia con los que tenemos muy buena relación comercial, y nos mandaron una comunicación donde nos informaron que están teniendo complicaciones para los pagos, pero que están tratando de resolverlo. La manera de hacerlo, nos explicaron, es porque hay dos bancos (con sede en Moscú) que no fueron intervenidos, es decir que no los han sacado del sistema Swift», señaló Levy.
SWIFT es el acrónimo de Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication (Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales) que es una organización con sede en Bélgica que tiene a cargo una red internacional de comunicaciones financieras entre bancos y otras entidades financieras.
SWIFT es una sociedad cooperativa de derecho belga propiedad de unos 3500 miembros (todos instituciones financieras) como socios accionistas. No obstante, la supervisión de SWIFT recae sobre un consejo formado por los bancos centrales de Bélgica, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá, Italia, Japón, Suiza, Suecia así como el Banco Central Europeo.
Levy explicó que sus clientes rusos «están tratando de redireccionar cuentas a esas entidades» para poder mantener la cadena de pagos.
En Flichman decidieron no despachar vinos con destino a Rusia porque en la Argentina «rige el plazo de 180 días que estipula el Banco Central (BCRA) para la liquidación de Divisas de Exportación», una situación que puede resultar de difícil cumplimiento en medio de las sanciones económicas dispuestas contra Rusia por las potencias occidentales.
Levy dijo que la previsión inicial era vender a Rusia «a un valor un promedio de U$D 20 a U$D 25 FOB la caja de 9 litros (12 botellas) dependiendo la marca y el producto, lo que para nosotros significan unas 15 mil cajas físicas», por un monto estimado de 350 mil dólares solo para el primer trimestre del año.
Por su parte, el despachante de aduanas Cristian Fontana, especialista en el sector vitivinícola, dijo a Télam que en principio «lo más afectado es el tema logístico, por lo que estamos trabajando fuertemente con nuestros clientes poniendo el foco en todas las embarcaciones que están en tránsito con todos los contenedores ya despachados».
«Contamos con profesionales asociados y agentes de logística y comercio exterior en los principales puertos y destinos del mundo y ante una grave situación como esta, totalmente imprevisible, activamos todos los mecanismos con el objetivo de elaborar un plan de contingencia codo a codo con los empresarios exportadores y las cadenas involucradas, para que se tenga la menor dificultad en medio de este conflicto y morigerar efectos colaterales«, contó Fontana.
«Nuestra reingeniería de procedimientos operativos relacionados con el comercio exterior, vinculado a nuestro servicio de transporte internacional intermodal, y nuestras alianzas estratégicas con Freight Forwarders en el exterior, nos han puesto a prueba, pero apuntamos a que todos nuestros despachos lleguen a buen puerto», agregó Fontana.
Otro ejemplo de los inconvenientes que registra el sector a raíz del conflicto bélico fue registrado por la firma Global Logistic Solutions, una de las compañías dedicadas a la exportación desde Mendoza.
La firma tenía embarcado un contenedor con destino a San Petersburgo, y en el puerto Panamá International Terminal (PSA) tuvieron que derivar la carga hacia otro navío con destino a Lituania, por la imposibilidad de entregar la carga en Rusia.