El Índice de pobreza alcanzó al 35,5 % de los habitantes en el segundo semestre del 2019, 3,5 puntos porcentuales más que el nivel de 32% registrado en igual período del año anterior, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec)
En tanto, el nivel de indigencia medido entre julio y diciembre del año pasado fue de 8%, 1,3 puntos más que el 6,7% del segundo semestre de 2018.
De esta manera, sobre una población de 47 millones de habitantes, alrededor de 16,4 millones de personas no tuvieron los ingresos suficientes para adquirir la alimentación, servicios básicos e indumentaria, que se requieren para no ubicarse por debajo de la línea de pobreza.
Dentro de este número de pobres, 3,7 millones son indigentes, debido a que sus ingresos no alcanzaron para comprar el mínimo de alimentos para la subsistencia.
Estos números -en base a las proyecciones existentes- se incrementarían de manera sensible durante el primer semestre del corriente año, a causa de los efectos económicos del coronavirus.
El director del Observatorio de Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia, advirtió que la coyuntura de aislamiento agravará en los próximos meses la situación social que “ya era delicada a finales del 2019”.
“Hay que salir de la crisis anterior y de esta nueva crisis que golpea al segmento que debía ponerse a la vanguardia de la recuperación”, afirmó Salvia en diálogo con Télam.
Para lograr este objetivo, a criterio del especialista de la UCA, “se requiere de un acuerdo político entre oficialismo y oposición más otro acuerdo en materia de reglas económicos, funcionamiento de la economía y acuerdos de redistribución con los actores económicos y sociales”.
Salvia dijo que en la actualidad “estamos teniendo una nueva crisis con un agravamiento de la pobreza estructural” es decir que post cuarentena habrá “pobres más pobres y nuevos pobres”; algo que “no percibimos en el contexto de aislamiento, pero está ocurriendo”.
En lo que respecta al informe del Indec, estos niveles de pobreza e Indigencia, de 35,5% y de 8% al término del segundo semestre del año pasado respectivamente, se ubicaron ligeramente por encima de los índices del primer semestre de 2019, cuando ambos registros fueron de 35,4% y 7,7% respectivamente.
Este aumento ocurrió durante un año en que la inflación trepó al 53,8% y la economía en su conjunto cayó 2,2%, según los datos del propio Indec.
Entre los niños de hasta 14 años, el 52,3% son pobres, mientras que entre los que tienen entre 15 y 29 años la pobreza alcanza al 42,5% de ese grupo.
La medición que realiza el Indec sobre la pobreza e indigencia es una comparación de los bienes y servicios requeridos que componen la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT), contra los ingresos que perciben los integrantes del sector de la población tomado como muestra.
Mientras que el costo de la CBA, que fija el umbral por debajo del cual se cae en la indigencia, y el de la CBT, que marca el nivel de pobreza, se incrementaron ambas 52,8% a lo largo del 2019, el Índice de Salarios mostró una suba acumulada del 40,9%.
El organismo informó que el salario del sector privado registrado aumentó 44,3% durante el año pasado, el del sector público 44,3% y los trabajadores “en negro” tuvieron un alza del 29,5% en sus ingresos.
El Indec también dio cuenta de que la ciudad de Concordia, en Entre Ríos, resultó el conglomerado urbano con mayor índice de pobreza, con el 51,1% de su población.
En segundo lugar se ubicó Salta, con el 45,5%, seguida por Santiago del Estero (45,2%), Formosa (41,6%) y Posadas (41,3%).
En el Gran Buenos Aires, el principal conglomerado del país, el índice de pobreza fue del 40,5% al cierre del segundo semestre del año pasado.
En cuanto a la indigencia, los partidos del Gran Buenos Aires concentraron la mayor proporción con el 11,3%, seguidos por Concordia con el 11%, San Nicolás-Villa Constitución 8,6%; Rawson-Trelew 8,3% y Salta 7,9%.