Gustavo Ariel Gimenez oriundo de Buenos Aires pero desde chico por el año 1988 ya quería buscar nuevos horizontes lejos de su Buenos Aires natal. Así fue que con el tiempo creció, se enamoro, se caso tuvo su primer hijo y decidió junto a su mujer buscar un nuevo rumbo.
Gustavo recuerda: «Conocimos Villa Ventana gracias a una amiga cuando mi hijo tenia 7 años. Lo único que conocía era el cerro ventana por el manual capelus».
«Me da nostalgia el viejo Buenos Aires, hubo cosas que se perdieron, pero Villa Ventana nos llamo, nos enamoramos y nos gusto desde el primer momento. Buscábamos un cambio de vida y acá lo encontramos» asegura Gustavo que vive más tranquilo, más seguro junto a su familia.
Ya erradicados en estas tierras desde el 2009 tuvieron la suerte de vivir el nacimiento de su segundo. Y destaca: «Voy a Buenos Aires vuelvo, pero cuando vuelvo me voy de Villa Ventana con la sensación de no querer irme y uno ya va pensando por donde tiene que ir, por donde no hay tanto peligro. Pero lo más lindo es la vuelta. Llego a Villa Ventana y me saco una mochila inmensa».