En el micro Serendipia del día de hoy Martes 7 de Agosto, mantuvimos una comunicación telefónica con Rodrigo de la Serna, nacido en la (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 18 de abril de 1976), es un actor y músico argentino. Su último gran éxito fue la serie «El Lobista» emitida por Canal 13.
También cuenta con una banda musical denominada «Yotivenco», un grupo de música criolla argentina formado en 2005, por un grupo de prestigiosos músicos y amigos: el reconocido actor Rodrigo de la Serna en guitarra y voz, Juan Pablo Díaz Hermelo en guitarrón, Blas Alberti en guitarra; y Fabio Bramuglia en guitarra. Tangos, milongas, chamarritas, gatos cuyanos, rasguidos dobles y candombes se oye en sus interpretaciones.
«Conozco muy de pasada Sierra de la Ventana, no en profundidad, me encantaría, es una cuenta pendiente, seria un placer estar por ahí con Yotivenco, en un lugar con tanta fuerza espiritual, un lugar mágico».
«La música siempre estuvo presente, pero por algún motivo se fue dando primero la actuación, yo empecé a actuar en un taller de teatro a los 12 años, por eso siempre digo que es muy importante que haya políticas de estado, o que las escuelas incluyan este tipo de talleres porque en mi caso por ejemplo, definió y marco mi destino de una manera muy grata. Empecé con ese taller, y encontré mi vocación a los 12/13 años, yo inmediatamente me di cuenta que ahí había un espacio de juego, donde prolongar el juego de la niñez, ya siendo mas adolescente y de adulto es lo que hacemos, seguimos jugando como niños, nos profesionalizamos que ese es otro tema. Mis viejos estaban contentos porque yo podía volcar ahí toda esa energía extra, y me dejaba de joder un rato en casa, lo del profesionalismo vino mucho después, pero sí, a la hora de hacer un primer casting para una cuestión mas profesional, yo ya tenía encima todos esos años de taller, y gane muchísimo tiempo. Empecé a los 12 años con teatro, y mi primer laburo en tele habrá sido a los 19, a los 21 el mas con continuidad («Naranja y media») con Guillermo Francella, ese fue mi primer personaje. Y a partir de ahí no paré de laburar, gracias a dios, nunca».
«Hay un parentezco con el Che, y es («de la Serna») apellido de madre, asique si, hay algo ahí que no hay una palabra que lo pueda atrapar ni definir, pero algún vinculo hay».
Se le preguntó como logra sumergirse en la actuación, a lo que Rodrigo nos contó, «Bueno es el laburo del actor básicamente, el estudio y la profundidad en todos los tipos de humanidades que puedan existir, es una diversidad maravillosa lo que te propone este oficio, de hacer un San Martín o un Papa Francisco, a un Lombardo de el puntero, hay una amplitud y un arco muy grande, de registros, de códigos y de tenores de actuación también, una cosa es hacer una comedia expresionista y otra cosa es un drama naturalista, entonces hay mucha diversidad, y uno estudia y se mete, se involucra como puede, con las herramientas que uno tiene a mano».
Se le consultó también como fue su preparación para su reciente protagonico en El Lobista, «Hay que conectar con esa cuestión de ambición, esa cosa de revisitar un poco los años 90, que los estamos revisitando, estos personajes que empezaron a aparecer que se les hace agua a la boca con los negocios, y demás, pero lobistas hay en todos los barrios, en todos los pueblos, siempre hay uno que esta ahí detras de la manija de algún negocete, es mirar un poco alrededor y nada involucrarse con ese tipo de situaciones, un tipo muy ambicioso, una ambición desmedida».
«Es un laburo muy irregular el nuestro, y entre laburo y laburo seguir estudiando, yo empecé a estudiar guitarra a los 18 años, y con mis amigos de YOTIVENCO nos conocemos del año 2000 mas o menos, cuando tenia 24 aproximadamente, empezamos a intentar un poco algo, y en el 2005 ya estábamos tocando en los bares, osea que este climax artistico musical en el que estamos inmersos ahora con estilos criollos vamos a estar ahora en Tandil este jueves, en Olavarria el viernes, y el sábado en Azul, es la culminación de todos estos años de trabajo, de depuración de repertorio, de mejoramiento, de los arreglos, etc. Mas allá de la solemnidad de estas palabras es una joda y un quilombo hermoso el que se arma».
Finalmente se despidió recitando un pequeño fragmento de la milonga, «El conventillo de la calle Olavarria», y a la espera de poder visitar nuestra comarca.
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