Un informe del Centro RA de la Universidad de Buenos Aires (UBA) revela que la indigencia —la gente que no tiene dinero ni siquiera para alimentarse diariamente— aumentó un 131% en el último año, superando en velocidad al crecimiento de la pobreza, que aumentó un 43,3%. En el segundo trimestre de 2024, un 11,4% de la población cayó de la pobreza a la indigencia.
Un estudio reciente del Centro para la Recuperación Argentina (RA) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) advierte sobre un preocupante incremento en la indigencia en el país, que crece más rápidamente que la pobreza general.
Este informe, basado en datos del segundo trimestre de 2024 de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), señala que el 11,4% de la población argentina cayó de la pobreza a la indigencia en el último año.
La indigencia, es decir la cantidad de personas a las que sus ingresos no les alcanzan ni siquiera para comer diariamente, afecta ahora a 6.012.772 personas, mientras que 16.269.174 viven en hogares pobres, a quienes sí les alcanza para alimentarse pero no para cubrir otras necesidades esenciales. Ambos son los valores más altos registrados desde 2016.
El análisis del Centro RA forma parte de la serie “Pobreza e Indigencia en Argentina”, que examina datos trimestrales y semestrales sobre el impacto de la crisis económica en los hogares argentinos. La indigencia, definida técnicamente como la falta de ingresos suficientes para cubrir una Canasta Básica Alimentaria (CBA), que también la cálcula mensualmente el Indec, creció un 131% en el último año, muy por encima del crecimiento de la pobreza no indigente, que se incrementó en un 43,3%.
En términos generales, el segundo trimestre de 2024, es decir ya en pleno gobierno de Javier Milei (La Libertad Avanza), la Argentina registró cifras récord: un 55% de la población está bajo la línea de pobreza y un 20,3% se encuentra en la indigencia, las tasas más altas del período registrado.
Los investigadores que realizaron el estudio destacan que el aumento de la indigencia respecto del de la pobreza implica un cambio cualitativo en la crisis: la pobreza extrema se está expandiendo a un ritmo sin precedentes, lo que deja en evidencia un retroceso significativo en los esfuerzos por mejorar la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad
Las estimaciones del Centro RA muestran que el total de personas en hogares pobres aumentó de 11.352.905 en el primer trimestre de 2023 a 16.269.174 en el mismo período de 2024. En el mismo lapso, el número de indigentes casi se triplicó, pasando de 2.602.472 a 6.012.772.
Este deterioro de las condiciones de vida es evidente al comparar los ingresos de los hogares contra el costo de la Canasta Básica Total (CBT) —la otra canasta que mide el Indec para calcular la pobreza— y la CBA. Mientras la CBT considera necesidades básicas como vestimenta, transporte, educación y salud, la CBA abarca solamente los alimentos indispensables.
De acuerdo con la UBA, la incapacidad de millones de personas para alcanzar siquiera esta canasta alimentaria básica refleja una profunda precarización, donde las políticas económicas vigentes parecen insuficientes para frenar el avance de la pobreza extrema.
Este informe del Centro RA es el segundo de la serie “Pobreza e Indigencia en Argentina” y tiene como objetivo analizar la evolución de la crisis social y económica en el país. Los investigadores destacan que el aumento de la indigencia respecto del de la pobreza implica un cambio cualitativo en la crisis: la pobreza extrema se está expandiendo a un ritmo sin precedentes, lo que deja en evidencia un retroceso significativo en los esfuerzos por mejorar la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad.
JJD – NA