El hallazgo se produjo en la vivienda situada en Oscar Cabalén al 6500, donde trabajan bomberos de la policía cordobesa y peritos. En el lugar se realizaban excavaciones para localizar a dos hermanas que fueron presuntamente asesinadas y descuartizadas por el hijo de una de ellas y otro joven, que confesaron el hecho.
El cuerpo de una mujer fue hallado en el pozo de agua de una vivienda del barrio Autódromo de la capital cordobesa, donde desde este lunes la policía realiza excavaciones para localizar a dos hermanas que fueron presuntamente asesinadas y descuartizadas por el hijo de una de ellas y otro joven que confesaron el hecho, informaron fuentes del Ministerio Público Fiscal provincial y policiales.
«Hemos encontrado un cuerpo de sexo femenino, aún falta identificarlo», confirmó brevemente a la prensa la fiscal de Violencia Familiar a cargo de la causa, Andrea Martín.
Por su parte, un comisario que está a cargo del procedimiento, amplió: «Estamos ante la presencia de un cuerpo femenino, vamos a seguir trabajando con la gente del DUAR (Departamento Unidades de Alto Riesgo), pero efectivamente podemos decir que hay un cuerpo de una mujer, a 50 metros aproximadamente».
«Vamos a esperar que sea trasladado a la morgue donde se le hace la autopsia, vamos a esperar, un poco de cautela en cuanto a la correcta identificación de la femenina«, añadió el comisario.
El hallazgo se produjo antes de las 11 en la vivienda situada en Oscar Cabalén al 6500, donde trabajan más de 70 personas, entre ellas bomberos de la policía cordobesa, personal del DUAR y peritos.
Los especialistas continuaban con las tareas tendientes a hallar el otro cuerpo, ya que en el marco de la pesquisa son dos las mujeres que se buscan.
Voceros con acceso al lugar del hallazgo dijeron que el cuerpo estaba 52 metros de profundidad y que los bomberos debieron descender con oxígeno para buscarlo.
Ahora, los especialistas continuaban con las tareas tendientes a hallar el otro cuerpo, ya que en el marco de la pesquisa son dos las mujeres que se buscan.
«Seguimos trabajando acá en el lugar, venimos trabajando con esto, que es algo atroz, pero seguimos trabajando, tenemos para rato», añadió el policía, quien precisó que «esta es la segunda jornada de trabajo, con 22 personas del DUAR de Córdoba, ya que este pozo presenta ciertas dificultades, ya que tiene unos 50 metros de profundidad aproximadamente y presenta una curva en el medio, por eso es que las tareas son complejas»
Macabro hallazgo
Este lunes, los efectivos habían encontrado en el pozo bolsones que contenían ropa, documentación y carcasas de celulares, mientras que en el interior de la vivienda encontraron palas, machetes, hachas y una maza que tendría manchas de sangre.
Todos los elementos fueron remitidos a una sede pericial para ser analizados y establecer si efectivamente están manchados con sangre humana y, en ese caso, si puede ser de Esther Castro (41) y Sara Castro (39), las hermanas desaparecidas desde hace una semana.
Lo mismo se realizará cuando extraigan el cuerpo hallado, que será remitido a la morgue judicial con el fin de ser sometido a la autopsia que permita determinar a quién pertenece y la data y circunstancias de la muerte.
En el marco de la causa se encuentran detenidos Ismael Castro (20) y Esteban Castro (24), uno de los cuales sería hijo de una de las mujeres y el otro hermano o primo de éste, dijeron las fuentes.
Ambos se encuentran apresados desde el domingo, cuando uno de ellos confesó que había matado, descuartizado y enterrado los cuerpos de su madre y de su tía junto al otro joven, hecho por el cual la fiscal de Violencia Familiar Andrea Martín, quien está a cargo de la causa, les imputó el delito de «doble homicidio calificado».
La representante del Ministerio Público Fiscal también ordenó la detención de una adolescente de 17 años por supuesto «encubrimiento» del hecho.
La pesquisa se inició el pasado sábado por la tarde cuando los dos ahora detenidos fueron interceptados por una patrulla policial cuando caminaban por la ruta de la Altas Cumbres acompañados de cuatro menores de edad.
En esas circunstancias, según las fuentes, el menor de los Castro confesó que junto al otro joven había asesinado a su mamá y a su tía.
Vecinos del barrio contaron a la prensa local que en el domicilio investigado convivían «varias personas de una misma familia», a quienes describió como «muy raras», ya que «no mantenían contacto social, vivían encerrados y aparentemente practicaban algún rito religioso extraño».