Son ciervos de los pantanos, tortugas yabotí, yaguaretés y nutrias gigantes de río, protagonistas del trabajo de los Estados nacional y chaqueño y una fundación en la estación de campo Teuco. También se contempla la restauración de la flora nativa y, más adelante, el retorno del guanaco y el venado de las pampas, entre otras especies.
Ciervos de los pantanos, tortugas yabotí, yaguaretés y nutrias gigantes de río vuelven a poblar en libertad el Parque Nacional (PN) El Impenetrable, mediante un trabajo de los Estados nacional y chaqueño y una fundación, que además contempla la restauración de la flora nativa y, más adelante, el retorno del guanaco y el venado de las pampas, entre otras especies extintas durante el último siglo.
Los animales que recibió el Parque y fueron liberados o se encuentran en estado de «presuelta» son dos ciervos de los pantanos, 40 tortugas yabotí y tres yaguaretés hembras para aparear con el único macho en libertad registrado en la zona, que ya generaron dos cachorros que vivirán en libertad.
También fue aprobado el proyecto de reintroducción de la nutria gigante de río y están en espera de aprobación por la Administración de Parques Nacionales (APN) la reintroducción del guanaco y del venado de las pampas, que no se registran desde hace más de 100 años.
La base de este trabajo conjunto del Gobierno provincial -a través del Instituto de Turismo de Chaco y el Ministerio de Ambiente-, la APN y la Fundación Rewilding Argentina -que donó las tierras para la creación del parque nacional- es la estación de campo Teuco («río», en lengua qom), creada hace casi tres años por esta ONG dentro de la reserva natural.
Allí trabajan un técnico de campo y tres biólogos, uno de los cuales es el coordinador del equipo, Gerardo Cerón, quien detalló a Télam que los dos ciervos de los pantanos fueron rescatados de cautiverio en Corrientes y están en un recinto de presuelta, en espera de la aprobación del proyecto de reintroducción de esa especie por la APN».
La intención, agregó, es «liberar 30 individuos por año, provenientes de los Esteros del Iberá (Corrientes, donde la ONG tiene otro centro de reintroducción de especies), que es donde está la mayor población de Argentina».
Sobre las 40 tortugas yabotí, la especie más grande de Sudamérica continental, que llega a los 14 kilogramos en libertad y 25 en cautiverio, dijo que «fueron traídas de centros de rescate en Paraguay, hicieron una cuarentena en Corrientes y vinieron al parque cuando estaban todos los estudios aprobados».
«Se liberaron 20, que se están desarrollando muy bien, salvo algunas que están un poquito bajas de peso y se las suplementa con un poco de frutas y verduras, pero el resto no lo necesita», explicó.
De las otras 20 que están en recintos de presuelta una murió, «suponemos que por una cuestión de estrés que la llevó a comer poco y tuvo una falla sistémica, pero las otras están muy bien y esperamos que con las lluvias de primavera mejore la disponibilidad de frutos y brotes nuevos, para liberarlas».
«Algunas de las tortugas libres ya han puesto huevos, con lo que estamos entrando en la primera etapa de la reproducción en libertad de esta especie dentro del Parque», apuntó Cerón, y adelantó que ya se realizaron los trámites para importar otras 40 tortugas de Paraguay.
El proyecto de más trascendencia es el de reintroducción del yaguareté, quizás por tratarse del mayor carnívoro americano y por su rol ambiental al estar al tope de la cadena alimenticia, además de su cautivante aspecto y porque es una especie en extinción de la cual sólo se registra un sobreviviente en libertad en el Parque: el macho bautizado Qaramtá.
Este macho fue atraído mediante la presencia de dos hembras rescatadas de cautiverio, con una de las cuales se apareó y nacieron dos cachorros (un macho y una hembra) que crecen sin contacto con humanos y serán los primeros yaguaretés que se liberarán en el PN El Impenetrable.
La estación Teuco
La estación de campo Teuco fue durante los primeros dos años un campamento básico para la exploración de los ambientes, sendas, picadas, lugares y su estado de conservación.
Luego se instalaron cámaras trampa, colocaron collares satelitales a ocho tapires, a los dos ciervos de los pantanos y al yaguareté Qaramtá, y dispositivos similares en las caparazones de las tortugas yabotí; y se montó un sistema de video vigilancia satelital para monitorear a los cachorros de yaguareté en los corrales de monte sin que vean a humanos.
Durante una visita a la estación de campo Teuco, organizada por Rewilding, Télam presenció las tareas de monitoreo mediante una gran pantalla que concentra imágenes de 16 cámaras trampa y de vigilancia, que se pueden ampliar para observar detalles de comportamiento de las especies y situaciones.
También participó del seguimiento y ubicación de tortugas yabotí, junto a Deborah Abregú, otra bióloga de la estación, quien hizo la demostración mediante un sistema VHF y un receptor con un dispositivo satelital que seguía la señal de los chips de las caparazones.
Tras una caminata por el monte, la señal condujo a un punto en el cual debía haber un ejemplar y, efectivamente, bajo una protección natural de ramas y hojas estaba uno de estos reptiles traídos de Paraguay.
La estación Teuco se encuentra en una gran carpa estilo africano montada por la fundación, que también aportó los equipos y el personal especializado, además de contratar a algunos baqueanos locales.
La tarea de los guardaparques
La APN participa con la tarea de control, vigilancia y seguridad por parte de guardaparques, quienes realizan constantes recorridos por agua y tierra para evitar actividades ilegales, en especial la caza.
La guardaparques Melisa Carmona explicó a esta agencia que para esa tarea se guían por el Plan de Protección del Parque, y contó que tienen «mucha presión de caza y de pesca en el norte, con mucha actividad, porque es un lugar muy sensible, y últimamente hacemos mayor cantidad de patrullas».
Se trata de una zona donde los cazadores cruzan el río Bermejo desde Formosa, donde está permitida la caza y la pesca, y desembarcan en el Parque o disparan desde el río y luego entran a recoger las piezas.
Por otra parte, dijo que «al turista, lo que más le atrae de este parque es la fauna; el poder ir por el camino vehicular y ver o cruzarse, por ejemplo, con un pecarí de collar; o el sólo saber que en el parque hay pumas, osos hormigueros, un yaguareté silvestre, gran cantidad de aves».
AVANZA LA REINTRODUCCIÓN DEL YAGUARETÉ
El proyecto de reintroducción de yaguaretés al PN El Impenetrable es la gran apuesta del trabajo en conjunto de la Administración de Parques Nacionales (APN), la Fundación Rewilding y el Gobierno de Chaco para restauración del ambiente en esa reserva.
Para ello cuentan con Qaramtá, el único macho en libertad registrado en el Parque, cuya presencia se comprobó al hallar huellas, tras lo cual llevaron una hembra para atraerlo.
Cuando se lo pudo capturar, se le colocó un collar satelital y luego se construyeron unos recintos especiales en los cuales pudiera entrar para aparearse con hembras en cautiverio, y donde las crías podrían crecer hasta ser liberadas, sin contacto alguno con humanos, para que aprendieran de su madre las habilidades de caza.
Télam recorrió esos corrales que albergan monte chaqueño desde el exterior, donde habitan las hembras Isis y Tania, en una zona no habilitada para el público visitante.
Del encuentro entre Qaramtá y Tania nacieron los cachorros Nala, hembra, y Takajai, macho, que con un año y nueve meses de vida ya pesan unos 60 kilos, viven separados de su madre y serán liberados al cumplir los dos años, momento en que tendrán el cuello lo suficientemente desarrollado para instalarles el collar satelital para controlar su desempeño y que no se alejen hacia zonas peligrosas.
Isis no aceptó aparearse con ninguno de los machos que le presentaron en Corrientes ni con Qaramta, pero su presencia sirve para que cuando está en celo mientras Tania está preñada Qaramtá se mantenga en esa zona del Parque, que es la más segura.
«También la utilizamos para la educación de los pobladores vecinos al Parque, a quienes se autoriza verla y se les brindan charlas que cambian su percepción respecto del yaguareté», explicó a esta agencia el coordinador del proyecto, Gerardo Ceron.
De manera temporal tienen a una tercera hembra, Mbareté, llevada desde los Esteros del Iberá, que a diferencia de las anteriores es liberable, y tras cruzarla con Qaramtá está preñada, y la idea es que cuando los cachorros tengan un mes sean devueltos a Iberá con ella, para liberarlos y aumentar la diversidad genética del núcleo fundador de ese parque.
«Ahora ya está autorizada una nueva junta entre Tania y Qaramtá, para tener más cachorros por este sistema, por el cual la hembra en cautiverio les enseña a cazar y si bien ella no puede ser liberada, sí lo serán sus crías», agregó Ceron.