Así lo confirmó el docente universitario Sergio Zalba. “Las plantas que cultivamos en el jardín son todas plantas nativas de las sierras” confirmó.
El docente universitario Sergio Zalba se expresa con orgullo y no es para menos. Este domingo volverá a abrir sus puertas el Jardín Botánico de Pillahuinco, tras muchos meses de esfuerzo para resurgir algo que lastimosamente a causa de la pandemia se perdió en parte.
Al respecto e iniciando la nota el catedrático sostuvo que “estamos muy contentos con la posibilidad de transmitir esta noticia, después de trabajar duro para recuperar el jardín, que bueno, salió golpeado, como las actividades de muchos de nosotros con el tema de la pandemia”.
Sumándole a esto que “estuvimos meses y meses sin poder siquiera ir a atender a las plantas, a regar, a mantener el jardín, así que hubo todo un trabajo en el último año, año y pico de recuperación y bueno, ya estamos en condiciones de abrir las puertas de nuevo”.
En detalle explicó que “algunas de las plantas que cultivamos en el jardín son plantas extremadamente raras, únicas, típicas de las sierras, lo que en biología llamamos endémicas, quiere decir que no crecen en ningún otro sitio”.
“Hay una especie que está en una situación crítica de conservación porque ya no se la encuentra en la naturaleza y se mantiene gracias a los esfuerzos de cultivo. Felizmente en ese caso tenemos una estrategia de concentrar el esfuerzo y pudimos mantener esa especie” aseguró.
Ampliando esta idea confirmó que “las plantas que cultivamos en el jardín son todas plantas nativas de las sierras, así que están adaptadas a los regímenes naturales de lluvia, el tema es que bueno cuando las ponemos en una maceta las estamos restringiendo en su posibilidad de desarrollo de raíces y todo y requieren ciertos cuidados que durante la pandemia no les pudimos dar”.
En otro pasaje de la charla subrayó que “no tenemos jardineros contratados. Es un trabajo que se hace sobre la base del esfuerzo voluntario de distintas personas que entendemos que la investigación científica no puede estar separada de la realidad de la gente que vive en un lugar, de la realidad ambiental, de las necesidades de conservar, así que esa es una de las dimensiones de nuestro trabajo”.