El delegado municipal de la localidad, Gerardo Rohlmann, se mostró muy conforme respecto a la seguidilla de eventos que se llevaron adelante, con motivo de los 122 años de la creación de la ciudad.
Cansado, conforme, feliz y al mismo tiempo, ya pensando lo que se hará el año que viene. Así se encuentra por estas horas Gerardo Rohlmann, delegado municipal de Saldungaray, tras las celebraciones por los 122 años de vida de la localidad.
Haciendo un repaso, comenzó diciendo que el “29 fue el acto protocolar. Tuvimos la presencia y participación de veteranos de Malvinas. Aprovechamos a que se cumplieron 40 años para brindarles un pequeño homenaje. Inauguramos el paseo que lleva el nombre Héroes de Malvinas, el cual estaba aprobado”.
Siguiendo con los detalles mencionó que “el sábado tuvimos la imposición de nombre en la Oficina de Turismo. Chichita fue una persona que trabajó muchísimo por el pueblo, por el turismo… también fue muy emocionante. Tanto Lita como María, que están en la oficina, dan todo su corazón para ofrecer su mejor trabajo. Lita dio el discurso, que fue muy emocionante”.
Englobando esto, aseguró que “fueron días muy lindos para Saldungaray, para la fiesta y el aniversario. Ya parecemos un cumpleaños árabe, que dura una semana. Y ayer se culminó con una fiesta abierta a todo público, que surgió el año pasado después de la pandemia, que tiene una llegada diferente”.
Resumiendo, contó que “hubo bandas, espectáculos, artesanos, el desfile… fue muy lindo. Estuvo el intendente con todo el equipo. El trabajo desde la comisión de festejo, que son todos muy jóvenes, fue muy bueno, donde dejaron todo para que salga bien. Obviamente que siempre hay cosas por mejorar, pero fue todo muy lindo, como Saldungaray nos tiene a todos acostumbrados”.
De igual forma, y siempre queriendo elevar el nivel de compromiso, confirmó que “ayer quisimos hacer una fiesta para el disfrute y el goce de la gente, pero siempre hay alguno que arma algún disturbio. Ayer nos reunimos con el comisario y analizando un poco, haremos una reunión con comisión de festejos, con instituciones, la parte policial y municipal y analizaremos en qué podemos mejorar, donde aportar, si hay que hacer mea culpa”.
En otro pasaje de la charla, y pensando en el día a día de los vecinos, Rohlmann aseguró que “estamos trabajando sobre algo que será muy positivo, sobre la plazoleta de Calpisqui, que está relacionado con pueblos originarios. Esta semana me estaré reuniendo, ya que la idea es que para octubre, poder ponerla en valor”.
Mientras que “la idea también es aprovechar y proyectar las obras de Salamone, para que a través del turismo lleguemos a difundir el pueblo. Dejar de ser un atractivo lateral, que no sea solo cementerio y viñedo, sino que aprovechen nuestro patrimonio histórico todo”.