La antropóloga que se formó en la comarca comentó cómo es su vida en el viejo continente. Al mismo tiempo, dio su visión sobre la forma en que las personas se involucran en las instituciones.
Salió de la Escuela Media 2 de Sierra con una mochila llena de ilusiones y unas ganas enormes de conocer el mundo. Afortunadamente Florencia Giorgetti lo pudo hacer, aunque cada tanto regresa a la comarca, ya que según cuenta es uno de sus lugares en el planeta.
En una entretenida charla, la ahora antropóloga habló de varios temas. Para arrancar recordó que “siempre tuve ganas de viajar mucho, desde muy pequeña. Cuando terminé la Media 2 me fui a Buenos Aires donde estaba mi mamá, y a partir de ahí después de un año me fui para Barcelona. Mis dos corazones siempre están entre Barcelona y Sierra”.
Según dijo, “en enero del 2002 me fui para allá. Empecé a hacer un grupo de amigos, después la vida me fue llevando por diferentes lugares, pero mi base está entre Barcelona y Sierra. Cuando puedo voy y vengo”.
En otro pasaje de la entrevista contó que “en el 2017 terminé mis estudios de antropología. Mi tesis la hice acá en el CEPT de Villa Ventana; estuve medio año acá. Siempre intentando conseguir esa conexión constante con la comarca. Fui muy bonito llevar a Barcelona esa tesis y presentarla”.
Las vueltas de la vida hicieron que volviera a mudarse. “Después me fui a Alemania por un proyecto que tenía con mi pareja en ese momento. Me fui a Berlín, me agarró la pandemia ahí, pero ahí daba clases particulares de español. Estuve cuatro años allá”.
Según su visión “ahora se está dando otra migración muy fuerte de argentinos a España, a buscar su suerte, y mucho a través de redes sociales, donde buscan su lugar, un trabajo y así comienzan. Cuando argentina ganó la copa del mundo en el arco de Barcelona ahí cerca de 15 mil argentinos festejando”.
De igual manera aclaró que “todo cuesta, todo hay que remarlo y todo lleva su tiempo. No es en su mayoría como se presenta en las notas informativas. Si es, es una mínima minoría. A mí me parece demasiado exageradas esas notas. El nivel de vida es muy caro allá, y con la guerra mucho más. No es tan sencillo. Hay que cuidar mucho el dinero”.
Por último, y sobre la participación de las personas en las instituciones, Florencia fue clara y expresó que “no puedo dar una opinión al no estar todo el año, pero el trabajo de la cohesión social lleva mucho trabajo y en cierta forma hay que encontrarle la vuelta para que la gente se sienta parte y le dé la importancia que se merece. Demanda mucha energía y lleva mucho tiempo”.