Con los ecos de una nueva Fiesta de las Golondrinas aún resonando, Ana María Ciaccio, formadora del grupo de danzas de Villa Ventana contó las sensaciones vividas desde el escenario.
No fue una noche más para el grupo de baile Sol y Sierras. Tras cinco años de esfuerzo y dedicación, brillaron en el escenario de la Fiesta de las Golondrinas, y el público con su aplauso cerrado así se los reconoció.
Al respecto, su fundadora, Ana María Ciaccio, recordó cómo arrancó todo. Según dijo, “aparezco en Villa Ventana sobre el 2013, 2015 como turista. Luego compramos el terrenito, hicimos la casa y veníamos uno o dos meses, y siempre desesperada buscando algún taller de folklore para bailar, porque bailo hace años”.
Siguiendo con su relato, mencionó que “como en Villa no había empecé a recurrir a las localidades vecinas y dí con el taller de danzas folklóricas del centro de jubilados de Sierra. Ahí me recibieron con los brazos abiertos y me integraron. Hasta que en el 2017 dije, por qué no vamos a tener esto en Villa”.
En esa línea afirmó que “soy docente, no de danzas, pero pego en palo. Dando tumbos por acá llego a la biblioteca. Les conté mi idea, mi proyecto. Se habló con la gente de comisión y a la semana arranqué en abril de 2017”.
A modo de resumen, Ana María subrayó que “arrancó como algo sin compromiso, juntarnos con los vecinos que les gustaba el folklore… y años después, ahora nos terminamos de presentar en la fiesta de las Golondrinas”.
En otro pasaje de la charla, y sobre los desafíos futuros, Ciaccio reconoció que “nosotros le seguimos metiendo para adelante, esto es una patriada. Se auto gestiona, así que mientras la gente nos acompañe, vamos a seguir. Cuando se juntan esfuerzos individuales se logran cosas maravillosas”.
Al tiempo que puntualizando en lo vivido el domingo, admitió que “nosotros mirábamos desde el escenario y no podíamos creer la reacción de la gente. Muy lindo. Sobre todo cuando empezó el segundo tema que no es muy conocido, donde se sorprendieron e igual nos acompañaron”.
Por último confirmó que “ya en febrero nos volvemos a juntar en la biblioteca, para reanudar las actividades. Nos gusta reunirnos, matear, charlar y obviamente bailamos entre parate y parate”.