Un hombre se atrincheró en una casa durante más de 10 horas y tuvo que intervenir el Grupo Halcón. hubo cientos de disparos y se vivieron momentos de extrema tensión. Finalmente, todo terminó con dos víctimas fatales y tres policías heridos.
Momentos de alta tensión se vivieron desde anoche en la localidad Caseros, donde un hombre de 42 años mantuvo como rehén a una persona dentro de una casa ubicada en la calle Tres de Febrero al 3900. Luego de casi 11 horas, efectivos del Grupo Halcón de la Policía de la Provincia de Buenos Aires ingresaron a la vivienda, abatieron al captor y encontraron muerta a la víctima, confirmaron fuentes policiales a Infobae.
De acuerdo con lo que informó el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, escucharon más de 300 disparos durante toda la noche. En el lugartrabajaron varios efectivos de distintas dependencias de la misma fuerza y según las fuentes consultadas por este medio, en medio del diálogo con el secuestrador, tres oficiales resultaron heridos y ya fueron trasladados a hospitales cercanos.
“Hubo un hecho de violencia doméstica. Todo lo que digo es en potencial porque estuvimos abocados al operativo. De lo que ha tomado de las declaraciones el fiscal, se sabe el hombre que estaba totalmente enajenado, quiso estrangular hasta el punto que la asfixió. Luego le hizo maniobras de reanimación RCP y después entró una persona que no sabe si era rehén”, detalló Berni ante la prensa.
De acuerdo con el ministro, por la rigidez del cadáver de la persona presuntamente secuestrada se presume que fue asesinada hace al menos seis horas. Entre otros datos, el funcionario indicó que el captor estaba una posición “casi infranqueable” y que por eso, los efectivos tuvieron que romper la pared para poder ingresar.
Los protagonistas de la sangrienta secuencia fueron identificados como Alejandro Darío Maldonado (42) -el secuestrador- y José Alejandro Cáceres (47), el supuesto rehén dentro de la casa. “Tengo tres policías heridos. Uno bastante comprometido que recibió un tiro en la arteria femoral”, agregó Berni.
Maldonado, ex monotributista, sin trabajo en blanco desde 2016 según registros de la AFIP, se dedica al mantenimiento de instalaciones eléctricas y fue empleado de una empresa de seguridad privada a comienzos de la década pasada. Su domicilio está registrado a 16 cuadras del lugar del hecho. Según pudo saber este medio de fuentes judiciales, tiene varias denuncias en su contra registradas en la Justicia de San Martín.
Todas estas causas fueron impulsadas por sus propios hermanos, que lo denunciaron por lesiones leves en el marco de distintas peleas familiares. Allegados a la esposa de Maldonado, que pudo escapar antes de ser tomada de rehén, aseguran que también pesan en su contra causas denuncias por violencia de género aunque aún no se sabe en qué jurisdicción fueron radicadas.
“Los antecedentes que se pudieron constatar tienen que ver con peleas con sus propios hermanos. Son denuncias cruzadas porque el también hizo varias presentaciones”, sostuvo a Infobae una fuente judicial. Maldonado, sin embargo, no cuenta con entradas en el Servicio Penitenciario Bonaerense: nunca estuvo preso en un penal o alcaldía provincial.
“El hombre nunca intentó escapar. El detonante fue cuando quiso prender fuego todo. Las explosiones (del final, que se escucharon) fueron a raíz de un tipo de granada que se tira adentro para aturdir al que dispara. Estaba enajenado y era un experto tirador”, reveló el funcionario.
En el lugar trabaja también personal de la Estación de Policía de Tres de Febrero y de la DDI de San Martín. La causa es investigada por el fiscal Carlos Pedro Insaurralde, de la UFI N°3 del departamento de San Martín. Fuentes judiciales indicaron a Infobae que el funcionario judicial estuvo presente en el lugar, antes de que se diera a conocer que tanto el secuestrador como la víctima habían muerto.
Berni además contó que por pedido del fiscal, intervino en el diálogo con el secuestrador pero indicó que no hubo casi ninguna posibilidad de hacerlo entrar en razón. Dijo también que él mismo atendió a al efectivo que recibió el tiro en la femoral en el lugar para que lo llevaran al hospital Carrillo.
Fuentes del caso indicaron que después de que las autoridades mantuvieron contacto con el secuestrador, el hombre comenzó a disparar. En medio de la tensión, la Policía dispuso un perímetro de seguridad en el barrio y le pidió a los vecinos que se mantengan en el interior de sus casas.
Berni dijo que una psicóloga experta en este tipo de situaciones dialogó durante varias horas con Maldonado pero que durante toda la negociación, el hombre no expresó ninguna demanda, un detalle que dificultó aún más el episodio.
“Es una persona alterada en sus funciones mentales. Le dijo a la psicóloga que se estaba armando como para la Tercera Guerra Mundial. Tiene máscara de gas y chaleco antibalas. Estábamos esperando a que se le acaben las balas pero está claro tenía muchas”, dijo Berni.
Otro detalle que indicó el funcionario es que cuando se arrojó gas dentro de la vivienda para tratar de reducir al sospechoso, sólo es escuchó a una persona toser. Por eso comenzaron a considerar seriamente desde hace varias horas la posibilidad de Cáceres al menos estuviera herido. Después se confirmaría el trágico final. “Cuando quiere habla, cuando quiere grita. Está completamente enajenado y la situación es de altísimo riesgo”, había dicho Berni.
El ministro destacó que el secuestrador tenía una importante cantidad de municiones y que los disparos fueron dirigidos hacia el personal policial. “Disparó a través de la ventana y del pasillo del edificio, que es un PH. Por eso el ingreso se hace muy difícil”, aseguró el titular de la cartera de Seguridad bonaerense. La investigación quedará a cargo de la Gendarmería Nacional, de acuerdo con lo que dijo Berni. Sin embargo, desde esa fuerza de seguridad aclararon a Infobae que el pedido formal para que se haga cargo del caso aún no les llegó.