Alejandro Verdugo era un habitante más de Bahía Blanca que hace más de 10 años, un día decidió venir a vivir a Villa Ventana. Lugar que supo elegir, por la tranquilidad, los paisajes y el lugar completo.
«Ya conocía , Villa ventana yo vine acampar cuando era scouts y se dieron las cosas , vine a trabajar y después vivir, y ya me quedé» cuenta Alejandro que además recuerda cómo fueron esos primeros días en este lugar y comenta: «No me costó adaptarme, lo único que me costó es y fue entrar en la vida de la gente y los trabajos, pero bueno me atrapo la tranquilidad».
Verdugo hace un parate para afirmar lo que piensa respecto al crecimiento de la Villa: «Villa Ventana no era tan grande, no tenía tantas cosas, pero cambio, es mucho mas lindo, tiene más comodidad y la verdad que cambiar no cambiaría nada».
«Solamente voy a Bahía para realizar mandados o trámites nada más, sino únicamente decido ir por urgencias».
Alejandro se dedica a la construcción y a la venta de alfajores en la fabrica «Valle Esmeralda» emprendimiento en conjunto con su mujer en el que apuestan a un crecimiento mutuo y manifiesta: «Mi señora hacía muchos años hacia alfajores y bueno pudimos hacerlo crecer y el nombre se debe al Cordón Esmeralda el que se ubica atrás, en las sierras».