En el Primer Congreso de Sinólogos Latinoamericanos organizado por la Universidad Nacional de José C. Paz, el gobernador Axel Kicillof manifestó el interés del Ejecutivo provincial por integrar a la provincia de Buenos Ayres en el grupo de los BRICS. Esta iniciativa contrasta con la política internacional de la administración de La Libertad Avanza. ¿Es viable políticamente esta decisión? ¿Cuáles son sus implicancias y desafíos jurídicos y políticos?
Contexto histórico y económico de los BRICS
Después de la crisis económica de 2008, las debilidades de las economías occidentales, especialmente las de Gringolandia y la Unión Europea, quedaron en evidencia. En respuesta, las economías emergentes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica formaron el grupo de los BRICS, con el objetivo de establecer un foro político y económico alternativo al G7. Este grupo ha sido clave en la reconfiguración de las relaciones internacionales, ofreciendo una plataforma para la cooperación entre economías emergentes y promoviendo un modelo multipolar de gobernabilidad global.
La propuesta de Kicillof
En el panel de cierre del Congreso mencionado, Axel Kicillof expresó su deseo de que la provincia se incorpore al foro de los BRICS. Esta declaración se enmarca en su crítica a la decisión del Gobierno de Javier Milei de declinar la invitación que Argentina había recibido para unirse al grupo, gestionada previamente por el exministro de Economía Sergio Massa y el expresidente Alberto Fernández.
La postura de Kicillof no solo refleja una divergencia en la visión de política exterior, sino también un intento de posicionar a la provincia en un escenario internacional, buscando alianzas estratégicas que potencien su desarrollo económico y social.
Viabilidad Jurídica
El Art. 124 de la C.N. establece que las provincias pueden celebrar convenios internacionales, siempre y cuando no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación. Esta disposición abre una puerta a la cooperación internacional a nivel provincial, aunque con ciertas limitaciones.
La incorporación directa de la provincia bonaerense a los BRICS presenta complicaciones significativas. Los BRICS es un foro de economías nacionales, y la inclusión de una entidad subnacional como Buenos Ayres no tiene precedentes en la estructura del grupo. Sin embargo, la provincia podría explorar formas de cooperación más estrecha con las ciudades y regiones de los países miembros de los BRICS, a través de hermanamientos o alianzas estratégicas que, aunque complejas, no son imposibles de implementar.
Desafíos políticos y estratégicos
La propuesta de Kicillof enfrenta varios desafíos políticos y estratégicos. En primer lugar, la alineación con los BRICS podría ser percibida como una contraposición directa a la política exterior del Gobierno nacional, lo que podría generar tensiones políticas internas. Además, la integración de una provincia en un foro internacional diseñado para estados soberanos plantea preguntas sobre la viabilidad y los beneficios de dicha inclusión para ambas partes.
Alternativas y propuestas
Una alternativa viable para Buenos Ayres sería el establecimiento de acuerdos de cooperación y hermanamiento con ciudades capitales y regiones clave de los países miembros de los BRICS. Este enfoque permitiría a la provincia beneficiarse de la colaboración internacional y del intercambio de conocimientos y tecnologías, sin contravenir los principios constitucionales ni las políticas nacionales.
Conclusión
Aunque la inclusión directa de la provincia en el grupo de los BRICS parece inaplicable, la búsqueda de alianzas estratégicas y acuerdos de hermanamiento podría ofrecer una vía alternativa para fortalecer el desarrollo económico de Buenos Ayres. Estas iniciativas deberían llevarse a cabo en armonía con la política exterior de la Nación y respetando el marco constitucional vigente.
Luis Gotte
La trinchera bonaerense