Así lo confirmó su propietario, Gastón Lladó. Al mismo tiempo dio detalles de un novedoso sistema de tratamiento de residuos, el cual permitiría tener agua apta para riego. “Me encantaría poder regar el boulevard” aseguró.
Todo aquel que haya estado en la comarca durante las últimas semanas habrá visto las importantes obras que se están llevando adelante en la YPF Don Juan.
Uno de los puntos de referencia más concretos de todo el distrito está viviendo su cuarta modificación en 25 años, lo que mejorará considerablemente la prestación de servicios.
Al respecto, su dueño, Gastón Lladó, contó que “desde ayer se viene la nueva etapa de reforma. La isla nueva dará una dársena de carga adicional hace que tengamos que restringir aún más la zona de despacho de vehículos. Parece un rompecabezas. No tenemos opción. Lo tenemos que hacer para llegar al objetivo”.
Al mismo tiempo, y haciendo un repaso histórico, mencionó que “la estación inicialmente estaba en el almacén de ramos generales en calle Roca, donde ahora está la ferretería. Mi abuelo hace la primera relación con YPF en el año 56. Se pusieron dos surtidores en la vereda a tracción manual. Con manija”.
De allí, “en el 68 se inaugura dónde está hoy emplazada, con 4 surtidores, dos en la calle y dos adentro. Así estuvo durante muchos años. En un proceso familiar se alquiló la estación por 11 años. En el 98 retomé yo, junto con mis padres (Juan Carlos y Susana). Del 98 hasta ahora ya sufrió tres reformas. Esta es la cuarta”.
Volviendo al salto dado en la década del 60, Lladó explicó que “en el 68 mi abuelo sigue con los ramos generales y mi padre, con 18 años, empieza con su proyecto individual, con mi abuelo atrás, ya que YPF le ofreció hacer la estación”.
De igual modo recordó que “la superficie del 68 era muy chiquita. Un dato curioso es que había un hogar a leña. Las medidas de seguridad de la época. Papá venía del campo y traía hasta raíces para prender eso. Había un kiosquito de teja blanco, sobre la calle, que lo tenían alquilado, y había golosinas y cigarrillos”.
Saltando a la actualidad Gastón admitió que “va a quedar muy linda. Vamos a tener un servicio de 60 personas sentadas, va a haber barras de trabajo, con conectividad, wifi, van a tener un lugar cómodo, amplio, climatizado. Creemos que para el 12 de noviembre vamos a poder abrir la full. La parte de playa se irá abriendo paulatinamente a medida que se completen las obras. El local de venta de repuestos se pasa a la casa de al lado. Será más grande”.
Combo perfecto: mejora de servicio, nueva prestación para la comunidad y sistema amigable con el medio ambiente
Por último, y dando un dato sumamente innovador, explicó que “lamentablemente el proyecto de cloacas no avanzó. Tenemos un problema terrible con eso. Los fines de semana somos el baño público de la localidad. Estamos totalmente colapsados con los drenajes y los pozos. Por eso pudimos comprar una planta americana. Tendremos nuestra propia planta de tratamientos de residuos. Tiene tres tipos de cámaras. Una tecnología novedosa, que hará que seamos más sustentables y amigables con el medio ambiente”.
Brindando más detalles, confirmó que “la tuvimos que importar. Tardó seis meses. Ya está en el depósito de Buenos Aires. Así que es probable que la semana próxima la traigamos y sobre fin de mes la instalemos. Tuve que armar en hormigón, una estructura de 10 de largo por 3 de ancho. Todo con distintos estanques. Todo con hormigón armado de forma subterránea. Ahí trabajará la planta”.
Por último, y a modo de anhelo, sostuvo: “la idea es que en la última etapa de la planta, donde van las pastillas de cloro, bromatología pueda tomar las muestras y si todo sale bien, si Dios quiere, esa agua podría ser apta para riego. Me encantaría que se pueda. Me encantaría poder regar el boulevard”.