Se destinarán $22.000 millones para aquellas pequeñas empresas que cuenten con el certificado del ministerio de Desarrollo Productivo. Ofrecerán la garantía del Fogar y «los bancos no se lo podrán negar” a las mipymes, dijo el BCRA en un comunicado. Las micro, pequeñas y medianas empresas que en la actualidad no tengan en curso ningún crédito bancario podrán tomar préstamos a una tasa subsidiada del 24%. Para ello deberán contar con el “Certificado Mipyme” que otorga el ministerio de Desarrollo Productivo y, en caso de no poder aportar garantías propias, podrán acceder a utilizar las del Fondo de Garantías (Fogar).
Según informó el Banco Central de la República Argentina (BCRA), la nueva línea de financiamiento podrá ser utilizada por 200.000 mipymes que no tienen financiamiento bancario alguno de acuerdo a las bases de datos del sistema financierio argentino.
“El Banco Central habilitó una línea especial por $22.000 millones con mínimos requisitos para que puedan tomar su primer crédito y para las MiPyMEs que obtengan la garantía Fogar los bancos no se lo podrán negar”, informó la autoridad monetaria a través de un comunicado.
Para poder acceder a estos préstamos será un requisito que la empresa no aparezca con ninguna operación crediticia vigente en la Central de Deudores del BCRA. Por lo tanto, no calificarán para esta línea aquellas mipymes que hayan tomado las líneas impulsadas recientemente desde el gobierno, también a una tasa del 24%, para el pago de salarios o para capital de trabajo.
Las mipymes deberán contar con el “Certificado Mipyme” que otorga el ministerio de Desarrollo Productivo y, en caso de no poder aportar garantías propias, podrán acceder a utilizar las del Fogar.
Si bien el BCRA aún no publicó la normativa correspondiente, informó que los bancos que los fondos para esta línea provendrán de menores exigencias para los bancos en materia de encajes, es decir, el dinero que deben dejar depositado en el BCRA como resguardo por cada depósito que reciben.
Otra fuente de recursos será el desarme de las Letras de Liquidez (Leliq) por parte de los bancos. La intención de la autoridad monetaria es que en lugar de renovar esos instrumentos con el BCRA los bancos los vuelquen al crédito. El stock total del Leliq, títulos que emite el BCRA para absorber pesos y controlar la cantida de dinero en la economía, supera el $1,2 billón.
Según explicó el BCRA, “el fondeo de la línea será con una combinación de reducción de Leliq y liberación de encajes y un castigo para los bancos que no cumplan con los cupos con la reducción extra de la posibilidad de suscribir Leliq”.
La línea estará operativa a partir de la semana próxima. Más allá de los “requisitos mínimos» anunciados por el BCRA, la clave para su efectiva utilidad no pasará por las condiciones requeridas sino por la implementación en cada entidad financiera. En este sentido, es sugestivo que el propio comunicado del BCRA aclare que “los bancos no podrán negarle” estos préstamos a las pymes.
Desde el sector empresario se escucharon permanentes quejas en relación con las exigencias que los bancos pusieron a la hora de colocar los préstamos al 24% para pagar los salarios. Un informe de la Unión Industrial Argentina (UIA) señaló que ocho de cada diez empresas que solicitaron esos préstamos no pudieron obtenerlos.
El 20 de marzo, el BCRA señaló que esa baja en las exigencias liberaría $350.000 millones para que el sistema financiero pueda asistir a las pymes, en particular, para que puedan pagar los sueldos. Según informó el BCRA el 5 de mayo, un mes y medio después del anuncio, de ese monto fueron desembolsados $140.000 millones.
Según un informe del Centro de Estudios Económicos de la UIA entre 1.300 empresas encuestadas, un 22% de ellas dijo haber recibido un límite inferior al solicitado, otro 11,8% recibieron desde su banco la respuesta de que la línea “no estaba operativa”, un 10,6% planteó que se les pidió documentación que no pudieron presentar, otro 8,5% directamente no pudo contactarse con el banco y un 8,3 no disponía de las garantías solicitadas, entre otras causas por las que no pudieron acceder.
La herramienta elegida por el BCRA en esa oportunidad para dar financiamiento a las pymes fue la misma que la anunciada hoy: la reducción de encajes. En el comienzo de la cuarentena, el 20 de marzo, el BCRA señaló que esa baja en las exigencias liberaría $350.000 millones para que el sistema financiero pueda prestar a pequeñas empresas que vieron debilitados sus ingresos por el parate económico. En particular, para que puedan pagar los sueldos. Según informó el BCRA el 5 de mayo, un mes y medio después del anuncio, de ese monto fueron desembolsados $140.000 millones solamente.
Por Fernando Meaños – Infobae